El presidente de Francia, Jacques Chirac, calificó hoy en esta capital de asesino a un militar argentino que participó de la represión ilegal, al concluir una visita oficial centrada en objetivos económicos y no políticos.
"Mi deseo era que ese asesino purgara su condena en Francia", afirmó Chirac al referirse al capitán retirado Alfredo Astiz, acusado por la desaparición de dos monjas francesas en 1977, y liberado de los cargos por la ley de punto final sancionada en 1985.
El calificativo causó conmoción en medio de una visita en la que abundaron los elogios hacia la marcha económica del país, su potencial, la confianza de los inversores franceses y la creciente influencia del Mercosur en la economía internacional.
Astiz fue juzgado en ausencia por un tribunal francés que lo condenó a reclusión perpetua por el crimen de las religiosas Alice Domon y Leonie Duquet, secuestradas cuando acompañaban a familiares de desaparecidos durante la dictadura militar (1976- 83).
De esta manera, Astiz está libre en Argentina pero no puede abandonar el país sin ser detenido por la Policía Internacional (Interpol).
"Respeto la justicia y la ley argentina, pero lamento mucho que ese asesino no haya sido sancionado", reiteró Chirac durante una rueda de prensa, al aludir al tópico más sensible de la relación bilateral hasta hace dos años.
Hasta entonces, Francia protestaba por la permanencia de Astiz dentro de las Fuerzas Armadas e incluso el embajador francés en Buenos Aires, Renaud Vignal, criticó severamente a la cúpula de la Armada, que insistía en elogiarlo desde el punto de vista profesional.
Pero el compromiso argentino de cortar la carrera de Astiz con un pedido anticipado de retiro y el avance en el terreno de los negocios entre ambos países, enfriaron los reclamos franceses por los asuntos humanitarios pendientes.
Luego de uno de los dos encuentros de los presidentes, el mandatario argentino, Carlos Menem, remarcó que "éste es el mejor momento de las relaciones bilaterales" y Chirac sostuvo que los intereses económicos, la visión política y el respeto a los derechos humanos en ambos países "son convergentes".
Chirac viajó a Argentina acompañado de una docena de empresarios, algunos de ellos ya instalados en Argentina, como los responsables de la cadena de hipermercados Carrefour, Electricité de France y Lyonnaise des Eaux, dos empresas que participaron en las privatizaciones argentinas.
Francia es el país que más invirtió en Argentina desde que comenzó el gobierno de Menem en 1989, con más de 6.000 millones de dólares. La petrolera Total Petrol, la alimenticia Danone y la cadena hotelera Accor son otros de los grandes inversores.
Accor, que ya contaba con 50 por ciento del mercado argentino de vales de comida en restaurantes, anunció este lunes que invertirá 100 millones de dólares en la construcción de hoteles en el interior del país.
En cuanto al intercambio comercial de casi 4.000 millones de dólares, favorable a Francia, los mandatarios hablaron de la necesidad de equilibrarlo aumentando el acceso de Argentina al mercado francés.
La visita de Chirac a Argentina, que finalizó este martes, formó parte de su primera gira por América del Sur, que incluyó también a Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia.
Pero en Argentina es donde Francia tiene hasta el momento asentado el mayor caudal de inversiones para saltar hacia el mercado subregional.
En este sentido, el presidente francés destacó la importancia del Mercosur y propuso a Menem la realización de una cumbre del bloque subregional y de la Unión Europea en 1998.
Menem ofreció realizar la cumbre en una ciudad argentina, aunque advirtió a Chirac que es necesario primero afianzar las relaciones políticas entre ambos bloques a través de la ratificación parlamentaria del acuerdo marco de asociación comercial interbloque firmado en 1995.
Chirac también insistió en advertir sobre la gran influencia de Estados Unidos en el fenómeno de la globalización y remarcó la necesidad de "evitar el empobrecimiento cultural del mundo" por la utilización masiva del idioma inglés.
Por último, envió a su ministro de Asuntos Europeos, Michel Barnier, a rendir homenaje a las víctimas francesas de la represión ilegal de la dictadura argentina, en la embajada de Buenos Aires, donde las autoridades de ambos países colocaron una placa recordatoria hace menos de un mes. (FIN/IPS/mv/ag/ip-hd/97
