AMERICA LATINA: Guerrillas son error histórico, opina Sanguinetti

La creación de grupos guerrilleros en América Latina en los años 60 fue un error histórico y sus protagonistas se basaron en "diabólicos" razonamientos, opinó el presidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti, en entrevista con un periódico mexicano.

"El surgimiento de grupos guerrilleros en América Latina no se explicó nunca y menos se explica ahora. El guerrillerismo de los años sesenta fue un error hisórico", dijo Sanguinetti al diario Excelsior.

Según el presidente uruguayo, si las guerrillas hubieran triunfado se habrían instalado en América Latina "sistemas terriblemente liberticidas e ineficaces en lo económico y destructivos en lo social, como en Europa del este".

Los movimientos guerrilleros que actuan hoy en Colombia, México y Perú parecen "mucho más descaminados que antes", agregó.

"A estas alturas, todo aquel que tome las armas tiene que saber que lo único que va a excitar y promover es el camino de las armas, no el camino de la democracia ni el de la justicia", expresó.

"Ya hay demasiada experiencia histórica para que podamos seguir cometiendo ese error". No debe incurrirse "en el falso razonamiento de que porque hay problemas sociales la democracia ha de cambiarse. Ese fue el diabólico razonamiento de los años sesenta", observó Sanguinetti.

"Los golpes de Estado de derecha y las guerrillas de izquierda se hicieron bajo el argumento de que había serios problemas sociales y que se requerían gobiernos revolucionarios. Ello nos condujo a perder libertades y retroceder aún más en materia social", agregó.

El mandatario uruguayo sostuvo que la "democracia" es el mejor camino para solucionar los problemas de América Latina.

"La problemática social no puede ser nunca argumento para cuestionar la validez permanente del funcionamiento del sistema democrático", opinó.

Sanguinetti integró como ministro de Industria y Comercio el gobierno de Jorge Pacheco Areco (1968-1972), que impuso en Uruguay el estado de sitio y llamó a las Fuerzas Armadas para combatir a los guerrilleros tupamaros.

También fue ministro de Educación de Juan María Bordaberry, que en 1972 declaró el estado de guerra interno, suspendiendo garantías constitucionales esenciales para acabar con la insurgencia.

Sanguinetti renunció al gabinete varios meses antes del golpe de Estado con el que Bordaberry y los militares dieron comienzo en junio de 1973 a una dictadura que se prolongaría 12 años.

A partir de 1985 encabezó el primer gobierno de la nueva era democrática, y ganó nuevamente la Presidencia en las elecciones de noviembre de 1994. (FIN/IPS/dc/ff/ip/97

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