El movimiento ambientalista mundial, tal como el medio ambiente planetario, parece en un callejón sin salida o por lo menos en un laberinto de puertas aun invisibles, a juzgar por el Foro Río más Cinco y seminarios paralelos que tuvieron lugar en esta ciudad.
Además de las divisiones, que impidieron por ejemplo la aprobación de un documento final sobre recomendaciones por los 500 delegados del foro, contradicciones y falta de soluciones viables para los problemas globales van agravando el sentimiento de impotencia.
Ni siquiera el concepto desarrollo sustentable pasó incólume, por lo menos en las reuniones paralelas al foro, desarrollado entre los días 10 y 19.
El teólogo Leonardo Boff descalificó la expresión como una contradicción en sí misma, al hablar en un seminario promovido por el Ministerio del Medio Amb ente brasileño, con la ambiciosa consigna "Utopía concreta".
Desarrollo está vinculado a la economía y no contempla los límites de los recursos naturales, fomenta "acumulación permanente, voracidad, competencia y no cooperación" y genera creciente exclusión y desempleo, todo lo contrario de la sustentabilidad, señaló el famoso teólogo de la liberación.
"No es un concepto científico" sino una norma en construcción, atacó el geógrafo Carlos Walter en otro encuentro paralelo, de sindicatos y movimiento social.
Se trata, según Walter, de un nuevo intento de recuperar el concepto de desarrollo, "antropocéntrico, industrialista y consumista", ante el jaqueo al que lo venína sometiendo sucesivas críticas sobre su inviabilidad ecológica y su injusticia.
Sin expresar esas dudas conceptuales, muchos ambientalistas pasaron a hablar sólo de sustentabilidad, omitiendo el desarrollo en sus discursos y documentos.
El presidente Fernando Henrique Cardoso reconoció a su vez la imposibilidad de impedir la quema y tala de bosques de la Amazonia. "En esa área casi no hay Estado", confesó.
El mandatario se dijo escéptico, en su discurso de este martes, sobre la efectividad de una ley que él mismo firmó hace pocos días, prohibiendo la exportación por dos años de madera de caoba, un árbol en extinción.
Los más influyentes participantes del Foro Rio más cinco admitieron que el balance de los cinco años desde la Cumbre de la Tierra de 1992 es negativo.
Los problemas se agravaron, sentenció Federico Mayor, director general de la Organización de Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura.
"Seguimos en el mismo rumbo", que apunta al desastre, advirtió reiteradamente Maurice Strong, ex secretario de la Conferencia de 1992 en Rio de Janeiro y presidente del Foro.
El ex presidente soviético Mijail Gorbachov destacó la urgencia de cambios en los paradigmas que orientan el mundo desde hace tres siglos, recordando que el sendero actual lleval al fin de la humanidad en 30 o 40 años.
Cardoso admitió dificultades para ganar esa carrera, dado que "los procesos son lentos, una ley demora tres, cuatro años para aprobarse".
No obstante, intentó infundir algún grado de optimismo, señalando "avances en la conciencia" y condenando el pesimismo políticamente "conservador".
Los procesos globales que vive el mundo actual, como mundialización, libre comercio, desestatización, fueron todos destacados como factores del agravamiento de los problemas ambientales.
Sara Larrain, de la Red Nacional de Acción Ecológica de Chile, advirtió que en la Agenda 21 aprobada en 1992 se recomienda "promover el desarrollo sustentable a través de la liberalización del comercio".
"Las actuales condiciones del comercio (internacional) son irreconciliables e incompatibles con cualquier definición de desarrollo sustentable", al ser utilizado como instrumento para el crecimiento económico que agota recursos naturales y externaliza costos ambientales, señaló.
Las contradicciones internas de los propios planteos del movimiento ambientalista dificultan el pretendido pasaje "de la agenda a la acción".
El borrador de la Carta de la Tierra, con 18 mandamentos que se piensa perfeccionar en un debate mundial a desarrollarse hasta el año 2000, es de un ecleticismo paralizante.
Mezcla desde principios para la sobrevivencia de la humanidad a la pretensión de protegera "todas las criaturas de la crueldad y del aniquilamento arbitrario" y de erradicar la pobreza, sin aclarar cómo alcanzar ese fin sin elevar el consumo de agua y especialmente energía, cuyas fuentes se agotan.
El presidente del Comité Anfitrión organizador del Foro Rio más Cinco, Israel Klabin, definió el efecto invernadero y los cambios climáticos como "clave" en todo ese proceso, pero no explicó porqué esos temas fueron excluidos del encuentro, una de las críticas de las ONG másfdisconformes con el debate.
En medio de tantas controversias e insuficiencias, pasaron casi desapercibidos los pocos avances logrados en los últimos años, como la contención de los gases que destruyen la capa de ozono y las soluciones e iniciativas locales, comunitarias, dispersas por el mundo. (FIN/IPS/mo/dg/en-dv/97