El director del Fondo Mundial de Medio Ambiente (GEF), Mohamed El Ashry, solicitó que se eliminaran las barreras nacionales e internacionales a la inversión privada en las áreas de conservación y uso sustentable de la biodiversidad.
El funcionario sostuvo en la publicación alemana sobre desarrollo "Akzente" que quizás sea necesario más control y evaluación para asegurar la coherencia entre las políticas y evitar la superposición entre los programas.
El presidente del GEF sugiere que se analicen los éxitos de nuevos programas de incentivos y los marcos regulatorios a nivel local, nacional y regional.
En especial, los éxitos que involucran al sector privado en la protección activa de la biodiversidad mundial, ya sea a través de programas para fomentar la participación o con normas que aseguren su responsabilidad.
Solicitó ayuda internacional para fomentar este tipo de éxitos en su artículo para Akzente, que dedicó su última edición a "la gente y la ecología".
El-Ashry señaló la contribución de organismos alemanes como el Banco para la Reconstrucción (KfW) de Frankfurt y la Agencia Alemana para la Cooperación Técnica (GTZ) de Eschborn, con 9.100 empleados trabajando en 135 países.
"Organismos bilaterales y multilaterales de desarrollo internacional, como GTZ, KfW y el Banco Mundial pueden respaldar los esfuerzos nacionales al cooperar con los interesados en todos los niveles de la sociedad", escribió.
Agregó que Alemania adquirió una reputación envidiable en la cooperación internacional, especialmente en lo que concierne a los planes que fomentan la participación de grupos en desigualdad de condiciones, los principales interesados en los proyectos.
"La experiencia de los programas contra la pobreza, patrocinados por las organizaciones alemanas, podrían ayudar a guiar los esfuerzos internacionales para enfrentar la causa de la pérdida de biodiversidad", agrega.
En Perú, GTZ y el Fondo Nacional Peruano, patrocinado por el GEF y dedicado a proteger los ecosistemas peruanos, apoyan a las comunidades indígenas locales que tratan de proteger su patrimonio natural y a la vez, obtener su sustento mediante el uso sostenible de la selva tropical.
El GEF cuenta con fondos para que los países en desarrollo y los ex países comunistas con economías en transición, puedan cumplir las metas de la Convención sobre Diversidad Biológica, firmada en 1992 en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro.
Desde que se fundó en 1991, el GEF distribuyó casi 500 millones de dólares para más de 100 proyectos de defensa de la biodiversidad en el mundo.
Con respecto a otros programas de GTZ, El-Ashry opina que existe un "gran potencial" para complementar las actividades financiadas por el GEF, especialmente proyectos como el de Apoyo a la Ecología Tropical (TOeB) y la iniciativa Pro-Comercio.
El objetivo de TOeB es que otros proyectos de cooperación para el desarrollo puedan enfrentar con eficacia posibles consecuencias negativas para la ecología, sostiene Guenter Riethmacher, director del equipo de GTZ que instrumenta el programa.
El fortalecimiento de la colaboración con el sector privado es cada vez más importante en lo que concierne a la sustentabilidad económica, agrega.
El-Ashry considera que las "iniciativas privadas y el buen gobierno" son esenciales para preservar el medio ambiente mundial. En su artículo agrega que el desarrollo sustentable y la distribución equitativa de la riqueza son importantes para mantener el equilibrio ecológico, económico y social.
En la práctica, el equilibrio sólo puede adquirirse si existe una acción simultánea entre las iniciativas privadas que utilicen todas las ventajas que brindan los mercados liberalizados.
Ello significa, agregó, que las naciones de los mercados emergentes deben desarrollar sus capacidades institucionales y gubernamentales para preservar y fomentar la simetría ecológica, económica y social. (FIN/IPS/tra-en/raj/rj/aq-jc/en-dv/97