El desarrollo mundial debe ser parte esencial del proceso de "globalización" si éste ha de servir a los intereses de la humanidad, según un documento del Partido Social Demócrata (SPD) de Alemania.
Sostiene que la ayuda que Alemania brinda al mundo en desarrollo debe duplicarse, hasta llegar a 0,7 por ciento del producto interno bruto (PIB), igual a la cifra fijada por las Naciones Unidas para los países industrializados.
El documento, redactado por expertos en políticas de desarrollo, surgió la semana pasada en una conferencia en Berlín del "Foro Un Mundo", patrocinado por el SPD.
El grupo, encabezado por Henning Scherf, alcalde de la ciudad alemana de Bremen, exige que se aumente la ayuda oficial al desarrollo (AOD) de su nivel actual de 0,31 por ciento del PIB, y que se hallen nuevas maneras para financiar el desarrollo mundial.
"Queremos que los beneficios de la paz de Willy Brandt se conviertan en realidad", dice el documento.
Brandt, ex presidente del SPD, muerto en octubre de 1992, sostenía que el fin de la guerra fría tornaba innecesario el gasto en armamentos. Quería que el dinero ahorrado se utilizara para el desarrollo mundial.
Brandt fue el primer gobernante socialdemócrata de la Re'ublica Federal de Alemania después de la segunda guerra mundial entre 1969 y 1974.
También fue presidente de la Comisión Norte-Sur, que redactó dos importantes informes sobre la interdependencia y el desarrollo mundiales a principios de los años 80.
El SPD está en la oposición desde que el canciller Helmut Schmidt cedió su lugar en octubre de 1982 a Helmut Kohl, de la Unión Demócrata Cristiana (CDU).
Cuando Kohl formó su primer gobierno de coalición junto a la Unión Social Cristiana (CSU) y el Partido Liberal (FDP), estepaís gastaba 0,42 por ciento de su PIB en ayuda al desarrollo.
En 1992, la ayuda alemana fue de 0,38 por ciento del PIB, de 0,36 por ciento en 1993, 0,33 por ciento en 1994 y 0,31 por ciento en 1995 y 1996.
El documento subraya la necesidad de una nueva orientación para la política de ayuda al desarrollo alemana. "Los problemas como el desempleo y los recortes de presupuesto no deberían aplazar la política de ayuda al desarrollo", sostiene el documento en una crítica al gobierno de Kohl.
La reducción de la ayuda al desarrollo no sucede sólo en Alemania, donde la unificación del país tuvo un costo de 80.000 millones de dólares por año en los últimos siete años.
James Michel, presidente del Comité de Ayuda al Desarrollo (DAC) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), dijo en Bonn que la década actual fue difícil para la cooperación al desarrollo.
La razón radica en que el respaldo y los recursos públicos para ayuda al desarrollo disminuyeron. "Fuimos testigos de una convergencia de ideas que contribuyeron con la mundialización de la economía y el crecimiento de la riqueza", agregó.
El informe de SPD sostuvo que un desarollo con justicia social y eficiencia ecológica y económica no puede lograrse sólo a nivel nacional, por lo que la clase política debe abocarse a la cooperación internacional.
"El Norte debe reconocer que no sólo comparte la responsabilidad por los problemas en regiones lejanas sino que está afectado por esos mismos problemas", dijo el vocero de Foro Un Mundo, Roland Roescheisen.
Problemas como la pobreza mundial, violación de derechos humanos, crecimiento demográfico, migración, conflictos militares y guerras civiles, deben considerarse mundiales ya que afectan a las naciones desarrolladas.
Roescheisen dijo que el documento busca destacar la "solidaridad internacional y la justicia social" en el marco de la globalización actual.
El documento está en conocimiento del presidente del SPD, Oskar Lafontaine, quien fue uno de los principales oradores en el Foro Un Mundo.
Propone fortalecer a grupos como la Unión Europea, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), la Asociación para la Cooperación de Asia del Sur y la Comunidad para el Desarrollo de Africa del Sur.
El texto reclama unas Naciones Unidas con mayor peso y poder de maniobra y solicita que se instrumenten las resoluciones de las conferencias mundiales de la ONU de la década de los 90. (FIN/IPS/tra-en/raj/rj/aq-jc/dv/97