La Unión Europea (UE) está pronta para distribuir esta semana ayuda alimentaria y medicinal de emergencia en Albania, pero se debe garantizar la seguridad de los transportes humanitarios, indicó Emma Bonino, Comisaria Europea para Asuntos Humanitarios.
Bonino dijo que la Oficina Humanitaria de la Comunidad Europea (ECHO) está lista para actuar, y desafió implícitamente al bloque de 15 naciones a resolver sus diferencias y brindar protección militar a sus trabajadores.
"Sin protección, es imposible brindar la ayuda y corremos el peligro de provocar más violencia, porque enviar transportes sin protección sería una invitación al pillaje", sentenció.
Albania necesita ayuda, añadió, mencionando el caso de personas en hospitales y hogares para ancianos estatales que fueron olvidados desde que el Estado "prácticamente se desintegró".
Bonino afirmó que la asistencia puede canalizarse desde las oficinas de ECHO en la ex Yugoslavia hacia Albania, donde las protestas masivas por el fracaso de los planes de inversión piramidales se convirtieron en una insurrección armada contra el presidente Sali Berisha.
La presión de los rebeldes en el sur hace que todavía reine el caos. Miles de armas fueron robadas de depósitos del ejército.
Bonino estima que las provisiones locales bastarán, a lo sumo, para diez días. ECHO podría entregar parte de las provisiones "que tiene en Serbia, Bosnia-Herzegovina, Croacia e Italia", agregó.
"Existe una tradición europea de ayuda y estoy convencida que en este caso, la tradición se cumplirá", sostuvo Bonino.
Pero la propuesta tiene lugar en medio de las dudas europeas sobre la efectividad de la intervención militar. El pedido de Francia e Italia para enviar 1.000 soldados a Albania fue vetado por Gran Bretaña y Alemania la semana pasada.
Lo único que hizo la UE hasta el momento fue enviar un equipo de diplomáticos y expertos a Albania en una gira de 36 horas la semana pasada.
Berisha expresó a la misión, encabezada por el diplomático Jan D'Ansembourg, que unidades policíacas europeas son "necesarias para distribuir la ayuda y contribuir a restaurar el orden".
El comisionado para asuntos exteriores de la UE, Hans Van den Broek, duda que Albania necesite ayuda como lo sostienen Berisha, Bonino y otros.
Se espera que Gran Bretaña y Alemania reiteren su negativa a enviar tropas en la reunión de este lunes en Bruselas.
El presidente de la misión del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Albania, Alain Lennartz, sostuvo que "como siempre sucede en estas situaciones, los más débiles son quienes sufren primero porque ya no hay una autoridad local o nacional".
El CICR solicitó 11 millones de dólares en ayuda para medicamentos y 10.000 toneladas de harina. Bonino anunció que la UE podría responder al pedido en dos o tres días.
El canciller italiano Lamberto Dini prometió ayudar a Albania sin esperar la respuesta de la UE. Se prevé el envío a Tirana de medicina y equipos sanitarios para cubrir las necesidades de 300.000 personas.
Italia, a pocas horas de distancia por barco de Albania, declaró el estado de emergencia el 19 de marzo después que 11.000 refugiados albaneses llegaron a sus puertos. El gobierno descartó la intervención militar unilateral para ayudar a restaurar el orden en Albania.
Bonino afirma que la UE está evaluando la posibilidad de enviar tropas a Albania para garantizar la seguridad de la entrega de alimentos.
Se analiza la conveniencia de enviar la ayuda por tierra, vía Serbia y Montenegro, por mar, por el puerto de Durazzo, o por aire, o utlizando el aeropuerto de Tirana.
El diario estadounidense "The New York Times" informó que la secretaria de Estado de Estados Unidos, Madeline Albright, dejó en claro que su país no descarta el uso de la fuerza armada para garantizar la seguridad en puertos y aeropuertos.
Los críticos afirman que una intervención armada podría obligar a la UE a apoyar al presidente Berisha. Tanto Roma como la UE recibieron pedidos de ayuda para las fuerzas de seguridad de Albania.
El primer ministro de Albania, Bashkim Fino, dijo en Roma el viernes pasado que la "ayuda para la policía tiene prioridad sobre la ayuda humanitaria".
Tirana presentó a las autoridades italianas una larga lista de equipos necesarios para restaurar el orden: vehículos blindados, chalecos antibalas y armamentos. Asimismo, Grecia respondió afirmativamente a la solicitud de ayuda para reestructurar el ejército albanés.
El caos del país pone en duda las elecciones previstas para junio. Berisha había accedido este mes a celebrar las elecciones como concesión a los rebeldes.
El primer ministro Fino dijo el viernes que la celebración de las elecciones será "muy difícil si todos están armados".
El viernes, en el pueblo Tepelene, bajo control de los rebeldes, los "comités del pueblo" rebeldes anunciaron que Berisha debe renunciar como paso previo para el desarme de las fuerzas populares.
El canciller de Dinamarca sostuvo que se podrían ofrecer permisos de trabajo en la UE o dinero a cambio de la entrega de las armas. (FIN/IPS/tra-en/ns/ab/rj/aq-jc/hd-ip/97