AFRICA: Políticas internas y taxistas ahuyentan a los inversores

Los presidentes de Africa podrían dar varias vueltas al mundo en busca de inversores, pero la ruta más corta sería la adopción de buenas políticas en sus países, según expertos en privatizaciones reunidos esta semana en esta ciudad de Sudáfrica.

Muchos asistentes a la denominada Cumbre Panafricana de Inversiones concluida el miércoles se sorprendieron cuando los técnicos acusaron a las políticas arcaicas, los gobiernos ineficientes, las telecomunicaciones inadecuadas y hasta a los taxistas desinformados de ahuyentar a potenciales inversores.

Muy pocos países de Africa subsahariana, si es que existe alguno, exponen sus ofertas a los posibles compradores en la red informática mundial Internet. Pero eso no es extraño, pues también es difícil obtener informes sobre viajes aéreos en la región, ironizaron los expertos.

Y quienes logran llegar a Africa afrontan engorrosos trámites de migración y maltratos en las aduanas, oyen a los taxistas que hablan mal de sus propios países y sufren dificultades para cambiar sus cheques de viajero a divisas nacionales, colas pesadillescas en los bancos y líneas telefónicas caóticas.

Todo eso contribuye a generar una imagen negativa de los países del continente en la mente de los inversionistas, según los expertos.

"Estas cosas pueden sonar triviales, pero no lo son. Los inversores no pueden esperar semanas y semanas. Hay muchas oportunidades de inversión en todo el mundo y ellos no tienen tiempo que perder", dijo Oliver Campbell White, especialista del Banco Mundial.

White agregó que las leyes de muchos países subsaharianos en materia de inversiones dejan mucho que desear. Para colmo, los inversores deben esperar largos meses que sus compañías sean registradas y los funcionarios de los gobiernos suelen no llegar en hora a las reuniones pactadas de antemano.

"Si a los gobernantes no les interesa ni siquiera ser puntuales en sus citas, ¿cómo puede esperarse que cumplan sus compromisos? La confianza comercial en el continente es baja", estimó el experto.

Entre los factores que más desalientan la inversión figuran la inestabilidad política, las normas fiscales e impositivas, el exceso de trámites exigidos, la escasa demanda del mercado, los controles del cambio de divisas, el mínimo crecimiento económico y la falta de incentivos a las exportaciones.

La inversión extranjera directa en Africa ascendió en 1995 a 5.000 millones de dólares, casi lo mismo que el año interior, una cifra que representa apenas 4,7 por ciento del monto total captado por el mundo en desarrollo.

Estos fondos, además, están extremadamente concentrados en pocos países, en especial la petrolera Nigeria, que obtuvo promedialmente 61 por ciento de las inversiones directas radicadas en el continente entre 1993 y 1995.

Pero es notorio que "los países africanos se están esforzando por establecer un marco apropiado para la inversión extranjera directa", según la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).

Entre estas gestiones se cuentan 259 tratados bilaterales de promoción y protección de inversiones y 155 que impiden la doble imponibilidad fiscal ya vigentes en junio de 1996, agregó la agencia.

El caso de Uganda es paradógico, Se trata de uno de los pocos países cuyo programa de reformas, iniciado en 1986, fue plenamente respaldado por el Banco Mundial. La economía del país crece siete por ciento al año, mientras el producto del resto de los países africanos apenas se despega del cero.

El anticuado sistema financiero, que cayó en bancarrota durante el régimen dictatorial de Idi Amín Dada en los años 70, está siendo restructurado, pero aún no está preparado para acoger inversiones extranjeras.

"Muchos gobiernos están al tanto de los inconvenientes. En los últimos dos años instalamos una comisión de promoción de inversiones que funciona como 'tienda' para inversores", dijo Hamza Zayyad, de la Oficina de Empresas Públicas de Nigeria.

Zayyad admitió, sin embargo, que el establecimiento de un vínculo con Internet es lento. "No estamos oficialmente en la red, pero los inversores pueden encontrar información al día en las embajadas", afirmó.

El gobierno de Ghana abordó Internet con más seriedad que su vecina oriental, dijo Emmanuel Agbodo, del Comité de Privatizaciones, agencia que, al igual que muchas creadas en Africa, se encarga de procesar los requerimientos de los inversores.

"No digo que la situación en Ghana sea perfecta, pero estamos mejorando. El capital de inversión se ha vuelto muy competitivo y solo acudirá donde encuentre un ambiente amistoso", afirmó Agbodo.

De todos modos, Jeffrey Schwartz, de la consultora estadounidense Price Waterhouse, recomendó a los gobiernos que sean expeditivos si desean captar inversiones privadas.

"Siempre habrá muchos gobiernos que intentarán generar oportunidades, pero los inversores solo irán donde se les ofrezca el mejor trato", dijo Schwartz, quien defiende la participación privada en las obras de infraestructura, sector dominado por 11 países de Asia y América Latina.

"Si Africa logra alcanzar en 10 años la inversión privada en infraestructura por persona que hoy tiene América Latina, ese capital excederá por sí solo 20.000 millones de dólares por año", en un continente donde existen apenas 400 kilómetros de carreteras por millón de habitantes.

Eso involucraría la privatización del transporte, el suministro de agua, la generación de energía, la recolección y destino final de los residuos y otros servicios públicos. (FIN/IPS/tra- en/gm/pm/mj/if/97

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