El parlamento de Serbia confirmó que reinstaurará los resultados electorales que dieron la victoria a la oposición, anulados tras las elecciones locales de noviembre, pero los líderes demócratas del país temen una traición.
La oposición anunció que continuará con las multitudinarias protestas que recorrieron el mundo hasta que los candidatos opositores elegidos para los consejos municipales ocupen sus cargos.
El parlamento serbio puso fin a una sesión extraordinaria este martes, con la aprobación de la largamante esperada "lex specialis", la ley especial, la cual deberá reinstaurar los logros electorales de la oposición.
El comunista Partido Socialista (SPS) del presidente Slobodan Milosevic utilizó su control sobre el poder judicial para anular la victoria electoral de la oposición en las 14 mayores municipalidades de Serbia, incluyendo la capital.
Las anulaciones desataron 13 semanas de protestas masivas nocturnas y críticas de todo el mundo, mientras un equipo especial de la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) afirmó que la coalición opositora "Zajedno" había ganado las elecciones limpiamente.
La condena internacional alcanzó un punto culminante la semana pasada, cuando Milosevic ordenó a fuerzas especiales de policía dispersar las demostraciones nocturnas, hiriendo severamente a más de 100 personas.
Pero antes de la medida se había registrado un ablandamiento gradual de la posición del gobierno, que terminó en la decisión parlamentaria de este martes.
No obstante, los líderes de la oposición reaccionaron con cautela, señalando que los representantes del gobierno aún protegen el poder político adquirido bajo el comunismo, y advirtieron al movimiento demócrata que aún habrá "sangre, sudor y lágrimas".
"Aún enfrentamos una larga y caldeada primavera y verano, y una lucha contra quienes no se han rendido, quienes consideran a su propio pueblo como un elemento extranjero', dijo el líder opositor Zoran Djindjic a miles de simpatizantes en Belgrado, en la noche de este martes.
Djindjic advirtió que era sólo el comienzo de una ardua lucha para devolver la democracia a Serbia. "Enfrentamos grandes desafíos y etapas mucho más difíciles de la carrera que las cubiertas en todos estos días", alertó.
Vuk Draskovic, otro líder de Zajedno, dijo que es "escéptico" sobre las últimas medidas del régimen y su parlamento. "Hemos visto tantas veces como dicen una cosa y hacen otra", dijo a los periodistas.
"No importa que una ley sea adoptada, lo importante es que realmente se ponga en práctica", añadió.
Otros consideran la votación como un paso más en el camino de enterrar el legado comunista y los problemas económicos que lo acompañan.
"Tres meses de protestas en Serbia demostraron que la gente quiere algo más que el respeto de su voluntad electoral", dijo Misa Brkic, editor responsable del diario independiente Nasa Borba.
"La base más amplia de estas protestas que podrían llevar a la democratización, la ley y la sociedad civil, ha sido creada. Serbia no debe perder esta oportunidad. La nueva y democrática Serbia necesita ser el país en el cual nada volverá a depender de la voluntad de una sola persona, un tirano", reflexionó.
En la primera y única entrevista con un diario desde el comienzo de la crisis, Milosevic concedió que la oposición ganó las elecciones de noviembre en "algunas ciudades de Serbia y algunos distritos de Belgrado", y sugirió que las masivas protestas contra su régimen carecen de fundamento.
"Esta es la realidad y no comprendo porqué estos hechos han sido objeto de investigación y exámenes", dijo al semanario griego To Vima, en una entrevista publicada el domingo.
El parlamento de Serbia está dominado por representantes del SPS y la aprobación de la lex specialis, inspirada y promovida por el propio Milosevic, fue una mera formalidad.
Los representantes de Zajedno boicotearon la sesión, convocada por Milosevic el 4 de febrero en una carta abierta al primer ministro de Serbia, Mirko Marjanovic.
Milosevic y Marjanovic describieron el objetivo de la ley como un intento de "proteger la imagen de Serbia en el exterior", en lugar de una capitulación ante semanas de estruendosas y pacíficas protestas demócratas en las calles de Belgrado. (FIN/IPS/tra-en/vpz/rj/lp/ip-hd/97