VENEZUELA: Socialdemócratas retienen bastión industrial

El partido Acción Democrática (AD) retuvo en Venezuela el bastión industrial del estado de Bolívar, donde este domingo se repitieron parcialmente las elecciones de 1995 ante reclamos de la izquierdista Causa Radical.

La ratificación en su puesto del gobernador Jorge Carvajal en el estado que ocupa más de la cuarta parte del territorio venezolano tiene un impacto directo en lo económico y lo político para el gobierno central del presidente Rafael Caldera, democristiano independiente.

Si el selvático estado, situado al sureste del país y que tiene como frontera norte el río Orinoco, hubiera pasado nuevamente a manos radicales, se hubiera dificultado el proceso de privatización de la industria siderúrgica y del aluminio asentada allí, prevista para este año.

Además, AD hubiera impulsado una mayor oposición a Caldera. Los socialdemócratas han garantizado de hecho la gobernabilidad desde que el presidente asumió el poder hace tres años con un soporte legislativo propio de solo una cuarta parte del Congreso, donde AD tiene 30 por ciento de los escaños.

El candidato radical, Víctor Moreno, reconoció su derrota antes de que el Consejo Supremo Electoral difundiera cifras oficiales sobre el escrutinio de los 34.000 electores que concurrieron a las urnas en un total de 67.000 convocados.

La Corte Suprema de Justicia admitió el reclamo de Causa Radical sobre presuntas irregularidades en 167 mesas de votación en Bolívar en las elecciones regionales de diciembre de 1995, lo que obligaba a la celebración de nuevos comicios parciales pues la diferencia entre Carvajal y Moreno no llegaba a 4.000 votos.

Bolívar tiene una superficie de 275.000 kilómetros cuadrados, en un país con 916.450 kilómetros cuadrados. En su territorio hay ricos yacimientos de hierro, bauxita, oro y otros metales. Allí también se ubica el mayor complejo de centrales hidroeléctricas de América Latina.

Su población, en cambio, es escasa, apenas 1,2 millones de un total nacional de 22 millones, pues la mayoría del territorio está dominada por el selvático macizo guayanés, que contiene los míticos tepuyes y es frontera natural con la Amazonia.

AD arrebató su principal bastión a los radicales con Carvajal, después que, durante dos períodos que sumaron seis años, Bolívar estuvo en manos del máximo líder radical, Andrés Velásquez, quien obtuvo el tercer lugar en los comicios presidenciales de 1993.

Los radicales lograron convertirse en una fuerza de peso nacional gracias al clima de efervescencia contra las fuerzas tradicionales registrado en 1993 y al peso de su partido en Bolívar, donde surgieron como fuerza sindical que controlaba la industria siderúrgica.

Moreno, quien fue secretario general del sindicato siderúrgico, contó este domingo con el respaldo del partido socialcristiano Copei y del Movimiento al Socialismo (MAS).

Copei, Causa Radical y el MAS, que siguen a AD en porcentaje en el fragmentado parlamento bicameral, constituyeron hace un año una extraña pero eficaz alianza que les ha permitido desde entonces controlar la marcha del poder legislativo.

El MAS, principal partido de soporte formal del gobierno de Caldera, cuenta con tiene cinco ministros en el gabinete, mientras Copei y los radicales son la oposición más frontal al ejecutivo.

Con 10 gobernaciones de los 22 estados en que está dividido administrativamente Venezuela, AD es la mayor fuerza del país, seguida de Copei, el MAS, los radicales y, en último lugar, el casi extinto partido Convergencia, creado por Caldera al abandonar Copei.

Para Caldera, la ratificación de Carvajal es la mejor noticia posible.

Aunque Convergencia se mantuvo oficialmente al margen de las elecciones parciales de Bolívar, se asegura que la estatal Corporación Venezolana de Guayana, que agrupa a las grandes industrias del estado, apoyó claramente a AD en la breve campaña.

Para los radicales es una ratificación de la pérdida de su aluvional impulso nacional en el punto que más le duele.

La derrota, además, genera preocupación por su suerte en la única gobernación aún en sus manos, la del petrolero estado noroccidental de Zulia, si llegan a repetirse parcialmente los comicios en esa jurisdicción, tal como se anticipa.

La Corte Suprema dictaminó en enero que también hubo irregularidades en ese estado, esta vez contra los intereses del aspirante de AD, Omar Barboza. Se analiza ahora si esas irregularidades fueron suficientes para alterar el resultado de diciembre de 1995.

El actual gobernador es Francisco Arias, considerado el ideólogo de los coroneles que el 4 de febrero de 1992 promovieron la primera de las dos asonadas militares ocurridas ese año contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez.

Los sondeos indican que, al contrario de Carvajal en Bolívar, Arias perdió mucho del respaldo que le permitió llegar al poder en el estado que, siendo emblema de la riqueza petrolera del país, soporta uno de los mayores deterioros sociales internos.

En tanto, volvieron a renacer este lunes las críticas a la conveniencia de repetir elecciones parciales, pues en la mayoría de las once ocasiones en que así se hizo a nivel municipal o regional los inicialmente proclamados fueron ratificados en sus cargos.

Los comicios parciales de Bolívar costaron unos 50 millones de dólares, según cálculos conservadores. (FIN/IPS/eg/mj/ip/97

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe