Con la adquisición por el presidente Rafael Caldera de un número indeterminado del nuevo instrumento, se inaguró hoy en Venezuela la emisión de bonos petroleros al público, limitada la primera semana a los ciudadanos comunes.
La emisión de títulos de renta fija de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) abre una operación destinada a captar financiamiento para sus multimillonarios planes de inversión y a aproximar a los habitantes del país a su mayor riqueza.
Eduardo Lima, director de la nueva Sociedad de Fomento de Inversiones Petroleras (SOFIP), indicó en la sede de la Presidencia que Caldera se convirtió en el primer inversionista de los bonos, como un apoyo simbólico a la iniciativa.
Durante esta semana, la emisión del equivalente a 64 millones de dólares estará limitada a las personas naturales, que podrán participar con un mínimo de 212 dólares y un tope de 2.120.
Se trata de un producto tentable, líquido y confiable, al ser avalado por PDVSA, comentó Edward Sánchez, directivo de la filial de Citibank en Venezuela, cuya rentabilidad inicial es de 12,75 por ciento, casi el doble del promedio en el mercado bancario.
Tras la actual emisión restringida a los particularse, se abrirán dos emisiones en las semanas sucesivas, para colocar otros 64 millones de dólares, donde podrán participar todo tipo de inversores y sin monto límite.
El capital captado con los bonos de rendimiento trimestral y rescatables en cualquier momento a su valor nominal, será usada para la tesorería central de PDVSA, indicó Lima.
El director de SOFIP dijo que aún no disponía del monto preciso de las adquisiciones de los papeles a través de un grupo de entidades bancarias.
El nuevo rentismo popular que pretende promover PDVSA dará un nuevo paso en mayo, cuando SOFIP pase a colocar instrumentos de renta variable, de mayor riesgo y ganancia, que inicialmente servirán para financiar en 10 por ciento proyectos de exploración y explotación adelantados por transnacionales petroleras.
PDVSA, considerada por clasificadores internacionales como la segunda empresa petrolera del mundo, tiene un plan de inversiones por 65.000 millones de dólares para los próximos 10 años, en que la mitad serán aportados por inversones externos al grupo.
El masivo plan de inversiones ha despertado alta preocupación en grupos ambientalistas locales e internacionales, que consideran que lo masivo de la explotación petrolera va a ocasionar daños irreversibles al ambiente y afectar a los pueblos indígenas asentados en áreas ofertadas a las transnacioanles.
Venezuela produce en la actualidad 3,2 millones de barriles diarios y espera duplicar su potencial productivo al completar su plan actual, mientras que la cuota asignada por la Organización de Países Exportadores de Petróleo contiene su incumplido nivel de extracción en 2,6 millones de barriles diarios. (FIN/IPS/eg/ag/if/97
