VENEZUELA: Causa Radical se resquebraja y pelea por sus símbolos

El partido que se transformó en el último fenómeno electoral y político en Venezuela, la Causa Radical, se sumergió en una división tan confusa como su ideología, con el riesgo de resquebrajar el débil equilibrio parlamentario local.

La Causa R (con la letra "R" al revés), surgida en 1971 como escisión del Partido Comunista local y fuerza "obrerista", llegó al parlamento en 1989 con tres diputados. Cinco años después estuvo cerca de ganar la Presidencia y se convirtió en una fuerza de 48 legisladores.

Pero en las elecciones municipales y regionales de 1995, los radicales perdieron sus dos grandes bastiones: el industrial y selvático estado de Bolivar, en el sur, y la alcaldía de Caracas, lo que confirmó el análisis de que los resultados presidenciales y parlamentarios de 1993 habían respondido a un efimero aluvión.

La propiedad de la Causa R se la discuten ahora el ex candidato presidencial Andrés Velásquez y el secretario general de la organización, Pablo Medina.

El apoyo de Medina a los militares golpistas que por dos veces fracasaron en su intento de tomar el poder en 1992 representó el inicio del cisma ahora consumado. Velásquez considera que esa errada actitud le arrancó el triunfo presidencial en 1993.

A Velásquez, de 43 años, se le comparó entonces con el brasileño Luis Inacio "Lula" da Silva, por la común extracción obrera, ya que fue electricista y dirigente sindical de la Siderurgia del Orinoco, antes de ser gobernador por dos períodos de Bolívar, asiento de las industrias básicas extrapetroleras.

Causa R se niega a aceptar la etiqueta de "izquierda" y su sectaria pero cohesionada dirigencia se vio inundada por figuras de muy diferentes orígenes y pensamiento, cuando la crisis institucional de 1992 y 1993 los impuso como referentes políticos del antimodelo democrático imperante desde 1958.

Los radicales se constituyeron en la tercera fuerza del fragmentando Congreso detrás de los dos partidos tradicionales: Acción Democrática y el socialcristiano Copei, y ostentan en la actualidad la vicepresidencia de las dos cámaras.

Su fragmentación crea incertidumbre sobre el destino de la llamada Triple Alianza, que está en vigencia en el parlamento desde hace un año y se habíaa anticipado que sería ratificada al reanudarse las sesiones del Poder Legislativo, la próxima semana.

Esa alianza está conformada por Copei y Causa R, los dos ejes de la oposición más dura al gobierno del democristiano independiente Rafael Caldera, y paradójicamente también por la principal fuerza que respalda al presidente, el Movimiento Al Socialismo (MAS).

El carismático Aristóbulo Isturiz, alcalde de Caracas entre 1993 y 1996, trataba aún este jueves de evitar el cisma definitivo, mientras Velásquez y Medina se peleaban en el Consejo Supremo Electoral por el nombre y la representación legal de la formación, que nació como "un movimiento de movimientos". (FIN/IPS/eg/ag/ip/97

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