TELECOMUNICACIONES: Semana decisiva para apertura de mercados

La liberalización internacional de las telecomunicaciones entró hoy en la última semana de negociaciones en la Organización Mundial del Comercio (OMC), en un ambiente de optimismo cauto.

Gobiernos de tres países -Ghana, Grenada y Malasia- presentaron este lunes propuestas por primera vez ante el Grupo sobre Telecomunicaciones Básicas. Otros seis -Hong Kong, India, Mauricio, Nueva Zelandia, Noruega y Perú- entregaron modificaciones de sus propuestas anteriores.

En total, existen 43 propuestas (la Unión Europea se cuenta como una sóla) de 57 países con ofertas para la apertura de mercado de las telecomunicaciones básicas, una actividad que en 1995 produjo ingresos en todo el mundo por 601.900 millones de dólares.

El plazo para la concertación de un acuerdo vence el día 15, aunque entre los delegados predominaba la impresión de que un día antes se conocerá la suerte de las negociaciones.

El intento por eliminar las barreras a las actividades comerciales en el sector de los servicios telefónicos básicos se frustró en abril de 1996 por una decisión de Estados Unidos que consideró insuficientes las propuestas de liberalización.

Las negociaciones se reanudaron formalmente en enero pasado. El presidente del Grupo sobre Telecomunicaciones Básicas, el funcionario británico Neil McMillan, estimó al concluir la sesión de este lunes que el panorama parecía "bastante bueno".

La OMC y su antecesor, el Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), han conseguido hasta ahora sus únicos éxitos de apertura comercial en el terreno de las mercancías.

Las negociaciones en el campo de los servicios, financieros, marítimos y telecomunicaciones, sufrieron atrasos que hicieron temer en que la OMC quedaría reducida a la supervisión del comercio de mercancías.

En la apertura de la sesión de este lunes, el director general de la OMC, el italiano Renato Ruggiero, dijo que el éxito en la actual negociación fortalecerá la credibilidad de los acuerdos sobre servicios.

Un fracaso o un resultado desalentador perjudicarán la confianza en los Acuerdos Generales sobre el Comercio de Servicios (AGCS) y probablemente en la propia OMC, advirtió Ruggiero.

La negociación se desarrolla bajo la fuerte presión de Estados Unidos por conseguir que los demás países industrializados, en primer lugar, y el mundo en desarrollo, abran sus mercados a la potente industria estadounidense, que controla casi un tercio de los ingresos mundiales del sector.

Los países europeos se encuentran en fase apresurada de desregulación del servicio telefónico mientras favorecen la formación de capital nacional en el sector y ganan posiciones en el mercado internacional, como el caso de Telefónica de España con América Latina.

Una parte de los países del Tercer Mundo aplazó hasta último momento la presentación de sus ofertas de liberalización, como el ejemplo emblemático de Malasia.

La distribución del mercado de servicios telefónicos básicos muestra un desequilibrio entre las proporciones correspondientes a los países desarrollados y las del Sur.

La Unión Europea, Estados Unidos y Japón ostentan 73,6 por ciento de los ingresos mundiales. Con la adición de Australia, ese porcentaje llega a 77 por ciento.

El mismo bloque dispone de 58,7 por ciento de las líneas, de 64,6 por ciento de las inversiones y de 63,2 por ciento del tráfico internacional.

La lista de los 10 primeros en el rubro de ingresos se completa con Canadá, Suiza, Corea del Sur, Brasil, México y Argentina.

Pero a pesar de las dimensiones reducidas, los mercados del Sur resultan apatecibles porque crecen, en el caso de las líneas, a una tasa de 13,8 por ciento anual en el período 1990-95.

En el mismo lapso, las líneas sólo aumentaron 3,5 por ciento en los países industrializados.

Los ingresos muestran un comportamiento similar, con aumento de 9,7 por ciento de promedio anual en los países en desarrollo y de sólo 4,2 por ciento en el mundo industrializado.

Ruggiero dijo que la apertura de mercados en telecomunicaciones representará un logro fundamental "en la preparación de la economía mundial para los desafíos del siglo XXI".

Las telecomunicaciones básicas constituyen, dijo, uno de las industrias más dinámicas y de mayor velocidad de transformación, que crece entre 10 y 15 por ciento cada año.

"Si fracasamos, se requerirá mucho tiempo hasta que se presente una oportunidad similar. Ustedes no pueden afrontar ese riesgo", advirtió a los delegados de los 130 países adheridos a la OMC. (FIN/IPS/pc/ag/dv/97

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