RUANDA: Testigos y sobrevivientes corren peligro, según ONU

Sobrevivientes y testigos del genocidio de 1994 en Ruanda vuelven a ser objeto de una amenaza de muerte, según advirtió un nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El año pasado fueron asesinados alrededor de 200 de aquellos sobrevivientes, recayendo la culpa sobre los mismos que perpetraron el genocidio dos años antes.

"Los asesinatos y otro tipo de ataques contra los sobrevivientes del genocidio y personas relacionadas con ellos se incrementaron de forma notoria en la primera mitad de 1996", expresó la Oficina de Campo de Derechos Humanos en Ruanda (HRFOR), de la ONU, en su último informe.

La HRFOR estimó que 227 de los sobrevivientes y personas vinculadas a ellos fueron muertos en 1996, de un total de 1.575 asesinatos denunciados en Ruanda el año pasado.

"En la mayoría de los casos las muertes de esas personas han sido responsabilidad de miembros de las antiguas Fuerzas Armadas Ruandesas (ex-FAR), las milicias Interhamwe y otros insurgentes opuestos al gobierno de Ruanda", señala el informe.

Las FAR y los paramilitares Interhamwe ("aquellos que se mantienen juntos") son culpables conjuntamente por las masacres de 1994, en las que murieron cerca de un millón de ruandeses, la mayor parte de la minoría tutsi y hutus moderados.

La aguda elevación de las muertes de sobrevivientes señala un nuevo problema para Ruanda, en momentos en que intenta superar las masacres de 1994. La amenaza de que, en momentos en que comienzan los juicios de los sospechosos de esas masacres, los culpables intenten matar a los potenciales testigos.

El informe indica casos concretos de testigos del genocidio en la comuna de Taba, que han sido amenazados de muerte si prestan declaración ante el Tribunal Penal Internacional para Ruanda establecido en Arusha (Tanzania).

El ex alcalde de Taba, Jean-Paul Akayesu, es de hecho la primera persona que sera juzgada por el Tribunal creado por la ONU. Están en marcha en estos momentos las declaraciones de testigos en Arusha, para determinar si Akayesu dirigió las masacres de tutsis en Taba en 1994.

Uno de los testigos de ese juicio, el tendero de Taba Emmanuel Rudasingwa, fue asesinado junto a su hija y otras nueve personas, cuando un grupo de hombres armados abrió fuego contra su tienda el 23 de diciembre pasado.

Testigos oculares de este ataque dijeron que los hombres armados llevaban el característico uniforme de las ex FAR.

El informe de la HRFOR sostiene además que la cantidad de ataques puede aumentar ahora, después del regreso de muchos refugiados ruandeses de Zaire y Tanzania. (FIN/IPS/tra-en/fah/yjc/arl/ip-hd/97

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