RUANDA: Ejército se lanza a la caza de asesinos

El gobierno de Ruanda identificó a los culpables del asesinato de cinco observadores internacionales y "en poco tiempo" acabará con el rebrote de violencia, aseguró hoy el vicepresidente Paul Kagame.

El general Kagame, también ministro de Defensa, garantizó el rápido restablecimiento de la normalidad a las agencias de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y a organizaciones no gubernamentales que a causa de la violencia han decidido trasladar parte de su personal a Kenia

Cinco observadores designados por la ONU fueron muertos el martes en la sudoccidental prefectura (provincia) de Cyangugu, y el domingo fue asesinado un sacerdote católico canadiense mientras rezaba la misa.

Esos casos se sumaron al asesinato el 16 de enero de tres voluntarios españoles de la organización Médicos del Mundo.

Kagame informó en conferencia de prensa que están identificados los asesinos de los observadores de la ONU y que las fuerzas de seguridad persiguen a las bandas armadas responsables de la nueva ola de violencia.

Los homicidas "llegaron de Burundi, y con la ayuda de residentes en Ruanda emboscaron" a los representantes de la ONU, declaró el vicepresidente.

Los asesinatos sucedieron al retorno a Ruanda en noviembre y diciembre de cientos de miles de refugiados procedentes de Tanzania y Zaire, entre los que se infiltraron soldados del ejército hutu derrotado en la guerra civil de 1994 y milicianos "interahamwe".

El ejército hutu y los interahamwe fueron acusados por la ONU de la matanza de cerca de un millón de personas, la mayoría tutsis, entre abril y julio de 1994.

"Hemos pagado un precio por la falta de control del regreso masivo de refugiados", admitió Kagame.

Mientras, los militares afirmaron tener información que conducirá a la neutralización de las bandas armadas que aterrorizan a los pobladores y a los repatriados en el noroeste, donde fueron muertos los tres socorristas españoles y el sacerdote canadiense.

Pero el ejército ha sido acusado a su vez de dar muerte a civiles cuando perseguía a las bandas armadas. Defensores de los derechos humanos creen que los militares causaron 100 víctimas, aunque el gobierno no proporcionó información.

El ejército habría reprimido a comunidades locales que colaboran con las bandas armadas, según la versión difundida.

"Tenemos listas las maletas, para marcharnos. Hemos llamado a Kigali a nuestro personal en el interior del país y aguardaremos los acontecimientos", dijo a IPS una funcionaria de UNICEF (Fondo de Naciones Unidas para la Infancia).

Kagame se comprometió ante las agencias internacionales a restaurar las condiciones de seguridad en las zonas en crisis. Las medidas tomadas por el gobierno incluyen, además del uso de la fuerza militar, actividades de inteligencia y la exhortación a la población a distanciarse de las bandas armadas. (FIN/IPS/tra- en/jbk/kb/ff/ip/97

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