POBLACION: Advierten sobre riesgos de la maternidad adolescente

Si la sociedad en todo el mundo pretende beneficiarse de todo el potencial de las casi 1.100 millones de mujeres de entre 10 y 19 años, estas jóvenes deben ser protegidas del riesgo de la maternidad precoz, advirtió un estudio difundido en la capital de Inglaterra.

"Las jóvenes y sus valores, su salud, educación y capacitación productiva incidirán profundamente en el futuro de la sociedad", según el estudio 'Riesgos y realidades de la maternidad precoz en el mundo'.

Agrega que "este simple hecho apoya el argumento de que se debe prestar una mayor atención al bienestar de las adolescentes en el mundo".

El estudio fue realizado por la Sociedad Alan Guttmacher de Estados Unidos en colaboración con la Fundación Internacional de Planificación Familiar (FIPP), con sede en Londres.

Las opciones que realizan los y las adolescentes, sostiene, afectan en gran medida su rendimiento educativo y oportunidades de trabajo, y la dirección que toman sus vidas. Sus opciones influyen sobre el futuro de sus comunidades, países y el resto del mundo.

El informe considera a los adolescentes como grupo, hombres y mujeres, aunque admite que el comportamiento reproductivo de los hombres no ha sido estudiado en profundidad como el de las mujeres.

Pero apunta al papel que los hombres jóvenes tienen en el problema, y al hecho de que en muchos casos ellos fuerzan a las jóvenes a mantener relaciones sexuales.

La dimensión del grupo obliga a prestarle atención: casi 1.100 millones en 1995, 913 millones en países en desarrollo y 160 millones en países industrializados. En ese universo, China e India, las naciones más pobladas del planeta, albergaban a casi 200 millones de jóvenes.

El estudio, realizado en 44 países en desarrollo y cinco países industrializados -que comprenden 75 por ciento de la población mundial- estima que 15 millones de niños cada año, más de 10 del total de nacimientos del mundo, son hijos de madres adolescentes.

En las últimas dos o tres décadas, la maternidad adolescente se ha reducido en muchos países de Asia, Africa del Norte y Medio Oriente. Pero 30 por ciento o más de las jóvenes de América Latina y 50-60 por ciento de las de Africa subsahariana todavía tienen su primogénito antes de los 20 años.

Los riesgos para las jóvenes son enormes: el parto durante la adolescencia es complicado y eventualmente peligroso tanto para la madre como para el niño. Si la pelvis de la madre es pequeña debido a un desarrollo óseo incompleto, puede motivar un trabajo de parto prolongado o con dificultades.

La mortalidad durante el parto es de dos a cuatro veces mayor entre las madres menores de 18 años que entre las mayores de 20.

"Habitualmente decimos que es peligroso que nazcan niños de madres menores de 18 años, pero nos estamos refiriendo a las de 13, 14 y 15 años, cuyos cuerpos no han madurado", expresó Premila Senanayake, subsecretaria general de FIPP.

"Puede ser devastador tanto física como emocionalmente para la madre. Abandonan las clases y pierden su educación", agregó.

El efecto sobre el bebé puede ser igualmente grave, y muy a menudo es prematuro y proclive a infecciones y desnutrición.

Las tasas de mortalidad y enfermedad son mayores entre los lactantes nacidos de madres jóvenes.

Por lo general, el riesgo de muerte en el primer año de vida es mayor entre bebés nacidos de madres de 15-19 años que entre madres de entre 20 y 29 años.

El papel de los varones jóvenes también fue tomado en cuenta en el estudio. El abuso sexual, el incesto y la violación son una realidad tanto en países de menor desarrollo como en los industrializados.

En Uganda, casi la mitad de las jóvenes sexualmente activas en las escuelas de enseñanza primaria sostienen que fueron obligadas a tener relaciones sexuales. En Estados Unidos, siete de cada 10 mujeres que han tenido relaciones antes de los 14 años, sostienen que fueron forzadas.

Senanayake afirma que la enseñanza de los varones jóvenes sobre sus responsabilidades es fundamental: "Siempre hemos subrayado el hecho de que la concepción exige dos personas, por lo tanto la responsabilidad recae sobre los dos progenitores".

"Nuestros programas subrayan la participación del hombre. La discriminación de género comienza en la infancia, en el tipo de educación que se da a los varones".

Queremos educar a los niños, añadió, "no sólo en relación a la planificación familiar y al uso de anticonceptivos, sino también en lo que implica para la joven mujer que queda embarazada. Es la mujer quien tiene que abandonar la escuela, no el varón".

Un factor importante de la maternidad precoz es la denominada Brecha Bio-social. El término refiere a una tendencia reciente de separación entre el momento de la pubertad, que las mujeres alcanzan cada vez más tempranamente, y el casamiento, que cada vez se produce a mayor edad.

Esta brecha hace que la relación sexual previa al matrimonio se vuelva habitual, pero a menudo se realiza sin tomar precauciones y con todos los riesgos relacionados a la maternidad precoz y las enfermedades de transmisión sexual.

Mundialmente, en forma creciente, hombres y mujeres jóvenes asisten a centros de educación en conjunto, y esa relación contribuye a aumentar la frecuencia de las relaciones sexuales prematrimoniales.

En la mayor parte de los países africanos sub-saharianos, 40 por ciento o más de las mujeres de entre 20 y 24 años mantienen relaciones sexuales antes de su primer matrimonio, y antes de cumplir los 20 años.

En América Latina, casi 30 por ciento de las mujeres admiten que tuvieron relaciones prematrimoniales antes de cumplir los 20 años, aunque se estima que el porcentaje real es mayor.

La extendida emigración de las zonas rurales hacia las áreas urbanas, uno de los factores más importantes que modifican la realidad del mundo en desarrollo, también tiene consecuencias sobre la salud reproductiva, incluyendo a los adolescentes.

En todo el mundo, un número cada vez mayor de mujeres jóvenes viven en zonas urbanas. "Nuestro futuro global está en juego", afirma Jeannie Rosoff, presidenta del Instituto Alan Guttmacher.

"Los jóvenes, especialmente las mujeres jóvenes, necesitan una mejor enseñanza y más oportunidades laborales. Necesitan y merecen más apoyo de sus familias y comunidades para tomar las decisiones adecuadas sobre si desean tener un hijo y en qué momento.

Necesitan un mejor acceso a la planificación familiar y los servicios de salud reproductiva que las ayuden a realizar dichos objetivos".(FIN/IPS/tra-en/dds/rj/aq-jc/pr/97

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe