Panamá intenta convertirse en destino turístico regional para los operadores europeos, a pesar de las trabas burocráticas, el costo de los servicios y la falta de infraestructuras que limitan el desarrollo del sector.
Así quedó planteado en un encuentro entre representantes del gobierno y la empresa privada panameña con un grupo de unos 20 operadores europeos de turismo realizado el fin de semana último.
El encuentro coincidió con una reunión de ministros y directores de cultura de los seis países de América Central y el "III Foro de Turismo Alternativa Frente a la Globalización", organizado por la no gubernamental Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede).
El director del Instituto Panameño de Turismo, Pedro Campagnani, indicó durante el encuentro con los europeos que las mejores ofertas locales de inversión se encuentran en el turismo de vacaciones, ocio o esparcimiento y ecoturismo.
Según el "Plan Maestro de Turismo" de Panamá, elaborado en 1993 por expertos de la Organización de Estados Americanos, este país cuenta con 1.300 atractivos turísticos, así como una "cultura de servicios" y más de 2.000 kilómetros de playas en los litorales Atlántico y Pacífico.
Asimismo, dispone de unas mil islas y 25 parques naturales constituidos por bosques y selvas naturales donde habitan 929 especies distintas de aves, 220 de mamíferos, 170 de anfibios, 226 de reptiles y 8.725 de plantas.
Sin embargo, Campagnani apuntó que en los últimos dos años – tras la promulgación de una ley que otorga amplios incentivos a la inversión en el turismo- la mayor parte de los 140 millones de dólares invertidos en el sector han sido canalizados hacia la hotelería de negocios.
El 80 por ciento de los 437.000 viajeros que arribaron a este país en 1996 fueron visitantes de negocios.
La meta de Panamá es sobrepasar los 500.000 visitantes en 1997 y lograr nuevas inversiones por 400 millones de dólares en ese mismo período.
José Luis Martínez, representante de la Unión Europea, abogó por la formación de "alianzas estratégicas, convenios mixtos u otro tipo de acuerdo entre empresas europeas y panameñas" con miras a promover inversiones en el sector.
Martínez afirmó que el turismo "es una de las actividades con futuro más promisorio para la realización de ese tipo de proyectos, ya que es mucho lo que América Central y Panamá tienen que ofrecer en materia de belleza natural, sitios arqueológicos y originalidad de culturas".
La visión de Martínez coincidió con una propuesta formulada por los ministros y directores de cultura de América Central durante una reunión finalizada el sábado en esta capital.
Los funcionarios recomendaron una cumbre regional destinada a la cultura, "toda vez que el área centroamericana se convertirá en los próximos años en el principal destino turístico y cultural del mundo".
Los presidentes de América Central decidieron a mediados de 1996 en Nicaragua promover la región como destino turístico con el fin de aumentar la cifra de visitantes de 2,6 a cinco millones antes del año 2000, y duplicar los ingresos por ese concepto de 1.500 a 3.000 millones de dólares.
Para el representante de la compañía de turismo francesa "Cap de Bleu" Francois Leca, además del patrimonio cultural y el ecoturismo, Panamá cuenta con un canal interoceánico y un centro financiero muy importantes para el turismo de cruceros.
"Panamá tiene un amplio espacio de mar, sol, vientos y un paso interoceánico suficientes para atraer barcos procedentes de las Antillas y hacer así un rentable negocio de cruceros", precisó.
Apede reclamó la aplicación de una serie de medidas para aumentar las ventajas comparativas del país respecto al resto de América Central.
Entre ellas destacan un plan de acción que disponga de una dirección firme y planificada por parte del Estado, seguridad a la inversión privada y educación, capacitación y concentración de la inversión.
"Sin estos cuatro componentes será muy difícil ligar el desarrollo de la infraestructura nacional con el resarrollo del turismo", indicó el empresario Tomas Sosa. (FIN/IPS/sh/dg/if/97