PANAMA: Alarma ecológica en la frontera con Costa Rica

Grupos ambientalistas de Panamá lanzaron un "alarma ecológico" ante la posible instalación de una planta de reciclaje de desechos de petróleo traídos de Estados Unidos en la zona fronteriza con Costa Rica.

Hasta ahora ninguna autoridad ha aceptado formalmente el proyecto presentado por la compañía Enviromental Protection Recovery Inc (Epri), cuyo representante en Panamá es el cubano- estadounidense Pedro Cabrera.

Pero el peligro de que "alquien pueda caer en la trampa" se mantiene latente en función de "la manipulación y la gran masa de dinero que maneja la Epri", indicó el vocero del no gubernamental Grupo de Defensa Ambiental, Mir Rodríguez .

El activista señaló que los directivos de Epri ofrecieron construir gratuitamente un hospital para 80 camas y otras obras de infraestructura en la emprobrecida zona de Puerto Armuelles, sobre el litoral Pacífico, a cambio de que las autoridades locales aprueben la instalación de la planta de reciclaje.

Los investigadores Blanca Hernández, Juan José Gutiérrez y Gerónimo Abersa, de la estatal Universidad de Panamá, advirtieron sobre los peligros que entraña para la salud de la población un proyecto de ese tipo.

El Grupo de Defensa Ambiental explicó en un reciente trabajo publicado en la prensa local que los desechos de petróleo que planea reciclar la Epri "son en realidad mezclas de sustancias químicas constituidas por los llamados bifeniles policlorados, conocidos como PCBs, y dioxinas".

Según Defensa Ambiental, los PCBs y la dioxina "son de los dos o tres compuestos más tóxicos desarrollados por el hombre, y están relacionados con afecciones a la salud humana que van desde daños al sistema inmunológico hasta cáncer".

La dioxina, por ejemplo, se encuentra en el "agente naranja", usado profusamente como defoliante por el ejército de Estados Unidos durante la guerra de Vietnam.

El proyecto de Epri ya había sido planteado y rechazado por las autoridades locales en 1993.

En esa ocasión, la doctora Hernández, al ser consultada por el gobierno, indicó que el método propuesto por la Epri no tenía aplicación práctica.

Ese método consiste en degradar los desechos tóxicos con bacterias para convertirlos en sustancias más simples e inofensivas para el medio ambiente.

La científica panameña, quien desde hace varios años se dedica a estudiar la biorremediación, afirmó que de acuerdo con investigaciones realizadas en Estados Unidos "el petróleo contaminado con PCBs no es recicable" porque aún no se ha logrado aislar un microorganismo capaz de degradarlo.

El nuevo proyecto de la Epri, según Rodríguez, propone usar irradiación con rayos gamma, generados a partir del cobalto 60, para convertir los PCBs y la dioxina en sustancias inofensivas para la salud humana.

Rodríguez señaló que esa tecnología "no tiene ningún antecedente de utilización conocida a nivel industrial y además carece de aprobación o recomendación por parte de entidades de regulación ambiental, como la Agencia de Proteccióm Medioambiental de Estados Unidos".

Tras indicar que la radiación gamma es ampliamente conocida por causar mutaciones genéticas, Rodríguez dijo que un eventual accidente en los instrumentos que controlar la radiación gamma "representa un altísimo riesgo para los trabajadores de la planta, así como para todas las formas de vida".

En tanto que el director del Centro de Investigaciones con Técnicas Nucleares de la Universidad de Panamá, Martín Acosta, rechazó el proyecto de la Epri y advirtió que la tecnología propuesta para reciclar los PCBs y la dioxina es sumamente peligrosa.

Esa tecnología, según Acosta, "se encuentra apenas en fase de experimentación. Además que Panamá no está en lo absoluto preparado para un accidente con material radioactivo", subrayó el científico panameño.

Sin embargo, Defensa Ambiental precisó que el objetivo de la Epri podría estar orientado a obtener en primera instancia una autorización para transportar los desechos de petróleo al país y almacenarlos por tiempo indefinido.

Defensa Ambiental denunció que las firmas estadounidenses propietarias de los desechos de petróleo pagarían 3.000 dólares por cada tonelada del producto sacado de territorio de Estados Unidos.

La planta diseñada por la Epri contaría con un potencial para reciclar 1.000 toneladas diarias de desechos de petróleo. (FIN/IPS/sh/dg/en/97

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