Defensores de los derechos humanos elogiaron un acuerdo de los principales fabricantes de pelotas de fútbol de Estados Unidos contra el trabajo infantil en Pakistán, pero advirtieron que la medida no es suficiente para impedir que miles de niños continúen cosiendo balones en ese país.
Cincuenta y seis fabricantes, entre ellos Adidas, Mitre, Nike y Reebok, acordaron el viernes en Atlanta un programa voluntario por el cual se comprometen, ellos y sus concesionarios, a acabar con las labores de costura de balones que realizan menores de 14 años.
Se prevé que otras empresas se incorporarán al acuerdo en los próximos días, indicó el Consejo de la Industria del Fútbol de Estados Unidos.
Kari Tapiola, subdirector general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), calificó el acuerdo de Atlanta como "un primer paso hacia la coordinación de los esfuerzos de organizaciones internacionales, grupos industriales, trabajadores y gobiernos en la lucha contra el flagelo del trabajo infantil".
Pero Dan McCurry, director de FoulBall, una campaña contra la explotación laboral infantil en la industria del fútbol, advirtió que el proyecto se limita sólo a una pequeña parte de la industria paquistaní, y que requerirá un estricto control.
El principal objetivo de la campaña consiste en prohibir el trabajo de los niños y ofrecerles oportunidades de educación en Sialkot, un distrito de Punjab, donde según la OIT se fabrican 75 por ciento de los balones de fútbol cosidos a mano de todo el mundo.
La OIT estima que unos 7.000 niños menores de 14 años trabajan en la industria en condiciones pavorosas a cambio de unos 60 centavos por cada balón que cosen, en jornadas de 10 a 12 horas.
De acuerdo con el plan, toda fabricación de balones de fútbol en Sialkot será controlada por observadores independientes para asegurar que ningún menor de 14 años trabaje en el proceso.
En los próximos 18 meses, industrias estadounidenses y paquistaníes aportarán unos 460.000 dólares para financiar el control independiente y programas sociales para los trabajadores de Sialkot.
La OIT recibió recientemente 500.000 dólares de Estados Unidos en apoyo al proyecto, mientras la UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) está invirtiendo 200.000 dólares para la educación y recuperación de niños que eran explotados laboralmente.
Las compañías involucradas en el proyecto son las más importantes en la exportación de balones de fútbol, que genera mil millones de dólares al año en todo el mundo, y su colaboración ha sido elogiada por grupos de industriales y activistas por igual.
Sin embargo, aun su posición unificada podría resultar insuficiente para asegurar el fin del trabajo infantil en la industria del fútbol, advierten expertos.
"El control no es algo fácil", dijo Tapiola a IPS luego de asistir al encuentro de Atlanta, y agregó que la industria aún debe desarrollar planes de observación independiente y hacer que los concesionarios cumplan con las reglas.
Más importante, destacó el funcionario de la OIT, aunque el compromiso de las empresas parece ser bastante firme, aún restan muchos fabricantes de balones de fútbol por incorporarse al programa voluntario. (FIN/IPS/tra-en/fah/yjc/ml/lb-pr/97