Una caravana de más de 2.500 camiones a lo largo de 70 kilómetros era hoy el símbolo más acabado del malestar de los choferes en Argentina por la competencia considerada desleal de empresas transportistas del Mercosur y Chile.
Los camioneros, que partieron el domingo último con mercadería de la provincia argentina de Mendoza, fueron sumando unidades en el camino hasta la ciudad de Luján, a 50 kilómetros de Buenos Aires, donde finalizó el recorrido de más de 1.000 kilómetros.
El secretario general del sindicato, Hugo Moyano, reveló que en 1989 había 3.000 camioneros argentinos ocupados y la proyección indicaba que el empleo aumentaría a 12.000, por la asociación en el Mercosur.
Pero nada de eso ocurrió. Al contrario, el bloque comercial que unió a Argentina con Brasil, Paraguay y Uruguay, y al que ahora se asoció Chile, es señalado por los choferes como la piedra de la discordia. Este año hay sólo 900 camioneros empleados.
La declinación la atribuyen a la competencia de las empresas de transporte de Brasil, Paraguay y Chile. Los países vecinos ofrecen subsidios y ventajas impositivas al transporte terrestre, pero Argentina no lo hace.
Como ejemplo, señalan que mientras Argentina tiene 240 empresas dedicadas al transporte por camiones, en Chile, un país mucho más pequeño, hay 790 compañías.
En diciembre pasado, los camioneros argentinos realizaron un corte simbólico de rutas en los puntos de acceso a Brasil, Chile, Paraguay y Bolivia. Entonces clamaban también por una equiparación de los salarios y las condiciones de trabajo.
Los trabajadores argentinos aseguran que mientras sus colegas de Brasil o Chile tienen sitios donde pasar la noche, tomar un baño y comer, ellos tienen que "vivir" dentro de la cabina.
Pero sus reclamos no fueron respondidos. Por eso ahora la protesta aumentó de tono y derivó en la caravana. Para mayo, los sindicalistas proyectan un paro de 10 días en caso de que no sean escuchadas sus demandas. (FIN/IPS/mv/ag/ip/97