El congreso del ex comunista Partido Democrático de Izquierda (PDS) que comienza este jueves se prepara a escribir el epitafio de la principal fuerza política de Italia.
El primer congreso de la era de Massimo D'Alema, quien fue designado secretario general el 1 de julio de 1994 y cuya ratificación en el cargo se da como segura, sería también el último, ya que fijará el calendario para su disolución.
En este caso, su desaparición no está determinada por una derrota o un traspié político o moral, como ocurrió con la Democracia Cristiana y el Partido Socialista (PSI), sino a que desea asumir un nuevo carácter.
Si se cumplen los objetivos fijados, el Congreso dará a D'Alema el mandato de disolver el PDS y crear una fuerza socialdemócrata con nuevo nombre, que ya no tendrá en su emblema el viejo símbolo comunista de la hoz y el martillo.
El nuevo partido estaría funcionando en junio próximo y podría llamarse Izquierda Democrática Europea, aunque por ahora se trata sólo de una hipótesis.
El congreso se celebrará en el estadio cerrado más grande de Roma, ubicado en el EUR, el barrio construido por Benito Mussolini. Asistirán 1.200 delegados, además de 600 invitados extranjeros y 1.000 italianos.
Sus críticos lo han llamado el "congreso búlgaro", porque cuenta con el 98,71 por ciento de consenso.
La crítica la rechazó la diputada Giovanna Melandri, una de las que participó más activamente en su organización: "el congreso los sorprenderá porque la casi unanimidad en favor de D'Alema no sofocará el debate".
Otro de sus organizadores, Marco Minniti, dijo que se votará sobre cuestiones importantes, como la posición que debe asumir el partido ante los cambios en el Estado social, materia que está en discusión en Italia.
Al congreso fueron invitados todos los partidos italianos, incluido el Movimiento Social Italiano (MSI), un pequeño grupo de la ultraderecha, que cuenta en el parlamento con un solo senador.
Un total de 400 periodistas se han acreditado para la reunión que celebrará este partido que surgió el 3 de febrero de 1991, en el último congreso del Partido Comunista Italiano (PCI) y el primero del PDS.
El PDS, con 711.649 miembros y 21,2 por ciento de los votos, es la mayor fuerza de la coalición de gobierno de centroizquierda, con nueve ministros y 22 subsecretarios. En el parlamento cuenta con 138 de los 630 diputados y 68 senadores, de un total de 315.
El primer día de sesiones, D'Alema dirigirá sólo un breve saludo al congreso. El discurso de fondo estará a cargo de Walter Veltroni, segundo hombre del PDS y vicepresidente del gobierno.
El sábado intervendrán D'Alema y el jefe del gobierno, el independiente Romano Prodi, y el domingo se elegirá al secretario general y a la nueva dirección.
D'Alema sucedió como secretario general del PDS a Achille Occhetto, quien renunció el 13 de junio de 1994, después de haber sido derrotada la coalición de centroizquierda por la de centroderecha en las elecciones parlamentarias del 27 y 28 de marzo de ese año.
Occhetto se trasformó a partir de ese momento en prácticamente el único adversario interno de D'Alema, pero éste jamás ha respondido a los ataques de su antecesor.
D'Alema se presenta al congreso del PDS después de haber triunfado la coalición con ex democristianos, ecologistas y nuevas fuerzas de centro, en los comicios parlamentarios del 21 de abril 1996, constituyéndos en el primer gobierno de centroizquierda en Italia. (FIN/IPS/jp/np/97