Las autoridades de Nueva York reclaman un control de armas más estricto a nivel nacional tras la tragedia ocurrida el domingo en el mirador del edificio Empire State, una de las más famosas atracciones turísticas de la ciudad.
La principal lección del incidente, en que el palestino Ali Abu Kamal disparó a mansalva contra los turistas que había en el lugar y luego se suicidó, es que todos los estados deben establecer rígidos controles y períodos de espera antes de otorgar permiso de posesión de armas, destacó el alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani.
Las autoridades municipales están indignadas por la facilidad con que Kamal pudo adquirir su pistola, una Beretta semiautomática, en el estado de Florida.
"Afortunadamente, esta tragedia concentrará nuestra atención en la necesidad de leyes uniformes de control de armas", declaró Giuliani en el ayuntamiento, un día después de que Kamal mató a una persona e hirió a otras seis, tres de ellas de gravedad, en el piso 86 del famoso rascacielos.
Otras ocho personas resultaron heridas mientras intentaban desesperadamente huir del lugar.
Kamal había llegado a Estados Unidos desde la ciudad cisjordana de Ramallah el pasado 24 de diciembre, con los 300.000 dólares que había ahorrado a lo largo de toda su vida.
"Se asoció con un estadounidense y otras personas, y colocó todo en una empresa de inversiones", contó el yerno de Kamal, Mohammed Jader Derwiche. Cuando quiso recuperar el dinero, los socios le dijeron que los negocios habían fracasado y ya no quedaba nada.
Las leyes sobre armas de Florida son bastante más laxas que las de Nueva York, y el asesino pudo adquirir su pistola a fines de enero sin ningún control de sus orígenes, aunque su única residencia en ese estado era "un hotelucho de mala muerte", subrayó Giuliani.
El estado de Florida exige un período de espera de sólo tres días para la compra de armas de fuego, en el que se investiga al comprador para asegurarse de que no tenga antecedentes criminales.
En contraste, el estado de Nueva York requiere una profunda investigación de los antecedentes del futuro comprador, en un proceso que puede llevar varios meses e incluso un año.
"El estado y la ciudad de Nueva York tienen buenos controles de armas, pero no podemos controlar las armas procedentes de todos los puntos del país", señaló la representante neoyorquina Carolyn Mc Carthy, cuyo esposo fue asesinado en un incidente similar ocurrido en el ferrocarril de Long Island en 1993.
La policía estadual destacó la necesidad de un mayor control a nivel nacional, particularmente de una investigación más profunda de los antecedentes del futuro comprador, y minimizaron la posibilidad de que el acto de Kamal, quien fue identificado por un documento israelí hallado en su ropa, tuviera motivaciones políticas.
"No tenemos ninguna información sobre un móvil terrorista por el momento", dijo a IPS una portavoz de la policía, y agregó que no se encontró ninguna vinculación entre Kamal y grupos extremistas de Medio Oriente, aunque la investigación continúa.
El Empire State, que recibe cada año unos tres millones de turistas, fue uno de varios edificios neoyorquinos sometidos a estrictos controles de seguridad en 1993, luego de que un grupo de radicales islámicos fueron capturados y acusados de planear atentados contra varios edificios clave de Nueva York.
El líder del grupo, el clérigo egipcio Omar Abdel-Rahman, fue posteriormente hallado culpable, y actualmente él y varios de sus seguidores cumplen cadena perpetua en distintas cárceles de Estados Unidos.
Durante cuatro meses en 1993, se verificó que ningún turista que visitase el Empire State portara armas. Sin embargo, las revisiones fueron interrumpidas cuando los visitantes se quejaron por las demoras para acceder al mirador, desde donde se puede apreciar partes de Nueva York, Connecticut, Nueva Jersey y Pennsylvania. (FIN/IPS/tra-en/fah/yjc/ml/ip/97