ECUADOR: Militares ofrecen su mediación en crisis institucional

Las Fuerzas Armadas instaron hoy al diálogo a los tres presidentes con que Ecuador cuenta desde el jueves, cuando el parlamento destituyó a Abdalá Bucaram, y ofrecieron su mediación para superar la grave crisis institucional.

El jefe del comando conjunto de las Fuerzas Armadas, general Paco Moncayo, aclaró que los militares permanecen neutrales en la disputa por el poder entre el destituido Bucaram, el diputado Fabián Alarcón, designado por el Congreso para reemplazarlo, y la vicepresidenta Rosalía Arteaga, autoproclamada jefe de Estado.

Pero Moncayo puntualizó que "el país no puede tener un vacío de poder". Las Fuerzas Armadas están dispuestas a "tender puentes de comprensión y diálogo", para lograr una conversación directa entre los tres presidentes, orientada a la normalización institucional, agregó.

Los militares ecuatorianos, que en el pasado interrumpieron varias veces el orden constitucional, se comprometieron ante la crisis en curso a garantizar la paz, la democracia y el sistema democrático.

"No tomamos ni tomaremos el poder", aseguró Moncayo. "Nosotros no estamos para interpretar la Constitución política, y en nombre de la democracia pedimos a las tres partes en evidente conflicto que inicien de inmediato un diálogo para encontrar una solución por el bien de la patria".

Bucaram no aceptó su reemplazo por Alarcón, presidente del Congreso unicameral. La destitución de Bucaram, titular del Poder Ejecutivo desde agosto, fue resuelta en la noche del jueves por 44 diputados sobre un total de 82 miembros de la legislatura.

Mientras, la vicepresidenta Arteaga se proclamó legítima sucesora del mandatario destituido y, al igual que Alarcón, comenzó a tomar medidas de gobierno.

Los legisladores invocaron en su voto la "incapacidad mental del presidente para gobernar al país", una causal de reemplazo del jefe de Estado contemplada en el artículo 100 de la Constitución.

Pero una omisión de la pasada legislatura dejó en el vacío legal la sucesión del presidente en caso de su ausencia temporal o definitiva.

"Desconozco lo actuado por 44 ciudadanos. Soy un demócrata y haré respetar la Constitución como jefe máximo de las Fuerzas Armadas", advirtió Bucaram. Agregó que el parlamento no está facultado por la ley para "nombrar un presidente interino".

Por su parte, Alarcón declaró tras ser designado presidente interino que "defenderé con mi vida la decisión democrática del pueblo ecuatoriano".

La moción aprobada por el Congreso designa a Alarcón presidente provisional hasta agosto de 1988, cuando deberá entregar el poder a quien resulte vencedor en elecciones presidenciales a celebrarse en un plazo de 365 días.

En cuanto a Arteaga, consideró en su primer decreto que la Constitución le otorga el derecho de reemplazar al presidente en caso de ausencia parcial o definitiva.

La propuesta de destitución de Bucaram surgió en el Congreso tras una ola de protesta populares en todo el país contra un paquete de duras medidas económicas.

La movilización culminó con una huelga nacional de 48 horas, comenzada el miércoles y apoyada por cientos de organizaciones civiles que exigieron la intervención del parlamento para destituir al presidente.

A la demanda de reemplazo del jefe de Estado se sumaron cuatro ex presidentes, los principales partidos de oposición, varios alcaldes y otros líderes de opinión, que acusaron a la administración de Bucaram de corrupción y nepotismo.

Alarcón encabeza el pequeño Frente Alfarista Revolucionario, que sólo cuenta con dos diputados, y ha presidido al parlamento en tres ocasiones.

Arteaga fue ministra de Educación en el gobierno conservador de Sixto Durán Ballén (1992-96), cargo que abandonó para fundar el Movimiento Independiente por una República Auténtica, que posteriormente respaldó la candidatura de Bucaram a la presidencia.

Bucaram anunció en su campaña electoral que designaría a Arteaga para dirigir el área social de su gobierno, pero una de sus primeras decisiones al llegar al poder fue nombrar a su hermano Adolfo para esa función.

En reacción, Arteaga se convirtió en crítica de las políticas del gobierno, al punto de que algunos ministros la acusaron de conspirar contra la administración.

Bucaram nació en 1952 en Guayaquil, considerada la capital económica de Ecuador, e inició su carrera política como intendente de la policía de la provincia de Guayas. En 1984 fue electo alcalde de su ciudad, puesto que ocupó hasta 1986.

En sus primeros meses de gobierno logró el beneplácito de 75 por ciento de la población, según las encuestas. Pero el lanzamiento del ajuste económico, que provocó el alza generalizada de tarifas públicas, acabó rápidamente con su popularidad. (FIN/IPS/mg/ff/ip/97

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