/DROGAS Y NARCOTRAFICO/ VENEZUELA: Gobierno lanza plan para liberar territorio de drogas

Venezuela va a contar desde este mes con un plan para enfrentar la creciente presencia del narcotráfico en todas sus fases delictivas, anunció el ministro del ramo, Carlos Tablante.

El plan contra la producción, tráfico, consumo y legitimación de capitales del narcotráfico, bajo el título de "Venezuela, territorio antidrogas, un compromiso por la vida", busca enfrentar la improvisación y desorganización de la acción del Estado en manejar el problema, explicó Tablante.

El dirigente socialista de 42 años asumió la presidencia de la Comisión Nacional Antidrogas (CNA), a la que se dio ahora rango ministerial, como un reconocimiento de que el delito asumió dimensiones alarmantes en el país y se enquistó en todas las instancias del poder, en mayor o menor grado.

En diálogo con corresponsales extranjeros, Tablante indicó que Venezuela es un país situado al lado del mayor productor mundial de drogas, Colombia, y en la ruta directa al mayor consumidor mundial de estupefacientes, Estados Unidos.

Se trata de un ingrediente que ha tenido incidencia decisiva en la creciente importancia de Venezuela como país de tráfico y operaciones delictivas conexas.

"Nuestra batalla está en desmantelar las 'paticas' que mueven el delito en Venezuela", expresó Tablante, escogido el 2 de diciembre pasado por el presidente Rafael Caldera, democristiano independiente, para elaborar e instrumentar el primer plan integral antidrogas.

"El centro de nuestra batalla va a dirigirse contra los jefes de la operación del narcotráfico en Venezuela, contra los cárteles que existen", aseguró.

Tablante explicó que entre los objetivos inmediatos está la erradicación total de los cultivos de coca y amapola en la Sierra de Perijá, en la frontera noroeste con Colombia.

Venezuela es lo que se denomina productor incipiente de drogas, que se concentran en 280 hectáreas identificadas en esa inhóspita serranía, cuya erradicación va a ser comandada por una acción especial de las Fuerzas Armadas, en los próximos días.

Cuando en 1995 se realió otro operativo para eliminar las siembras de amapola en la zona, se produjeron roces diplomáticos con Bogotá, al aducirse que las familias instaladas en lo que es un parque nacional eran campesinas, cuyos derechos humanos no fueron respetados.

"Ya se cumplieron todos los plazos para la salida de quienes operen allí. Es importante dar esta señal al mundo de que vamos a oponernos frontalmente a que en nuestro territorio se cultive droga", precisó Tablante.

El ministro dijo que el espejo en el que Venezuela tiene que verse por las consecuencias de no eliminar el problema es el de Colombia, donde la Asociación de Agricultores asegura que, de los ocho millones de hectáreas cultivables, cuatro millones están en poder del narcotráfico.

Sobre el papel de Venezuela como país de tráfico, Tablante indicó que las incautaciones realizadas en Europa y Estados Unidos de embarques que pasaron por este territorio se sitúan entre 100 y 300 toneladas anuales, lo que da idea de la dimensión del problema.

La cifra manejada por Tablante es del Departamento de Estado de Estados Unidos, porque uno de los graves problemas es que en el despacho que preside "no hay cifras cruzadas fiables". El cálculo internacional es que, por cada kilo capturado, pasaron 100.

La militar Guardia Nacional, que ejerce funciones policiales y tiene a su cargo los operativos contra el narcotráfico, indica que en el país se decomisaron 30 toneladas en los últimos cinco años, cinco de ellas en 1996.

Tablante admitió que el papel de Venezuela como país de tráfico y operaciones está creciendo en la medida que lo hace el delito a nivel mundial, alimentado por la corrupción y la impunidad en los eslabones por donde pasa la mercancia.

Pero también tiene alta responsabilidad una potencia consumidora como Estados Unidos, en cuyas aduanas marítimas, terrestres y aéreas no se detectan sino mínimas cantidades, mientras aumentó el consumo y la dimensión de un negocio que tiene allí su gran tajada.

En el área de la legitimación de capitales, Tablante indicó que la batalla se va a dar en el área bancaria en general y en las zonas fronterizas, en particular.

Explicó que hay un "dejar hacer" en que no se usa la legislación existente para evitar el llamado lavado del dinero proveniente del narcotráfico.

Sólo en el fronterizo estado de Tachira, hay 103 casas de cambio, de las que únicamente una es legal, detalló.

Además, una ley de seguridad y defensa establece que ningún extranjero podrá adquirir propiedades en los 20 kilómetros al interior de la frontera, pero son cientos las adquisiciones por ciudadanos colombianos de fincas y negocios en esa zona.

"Son descuidos que como Estado se han admitido y que hay que corregir mediante una acción de las instancias locales o nacionales involucradas, bajo la coordinación ahora del CNA", puntualizó Tablante.

El ministro explicó que la falta de verdadera coordinación y de la existencia de un órgano que asuma un papel rector en la lucha antidrogas permitió que se generen fantasías sobre algunos aspectos del problema y se mantenga la impunidad en otros.

Citó como ejemplo que se ha dado por cierto que el lavado de dinero ha usado como medio creciente en el último trienio el sector inmobiliario, pero que al profundizar en el tema se descubre que es un sector que lejos de crecer se estancó altamente durante ese lapso.

Para Tablante, en cambio, un área fértil para el lavdo de dinero es la del juego ilegal, un negocio que mueve cada día en el país el equivalente a 420 millones de dólares.

El nuevo plan busca usar todos los recursos desusados de la ley contra las sustancias ilícitas y modificar parcialmente ese instrumento, para agilizar el castigo a los involucrados en el negocio de las drogas y el decomiso de sus propiedades.

Según la ley, esos recursos son para la lucha antidrogas del CNA, ya que su presupuesto formal no llega al millón de dólares para 1997. Tablante indicó que hay 2,2 millones de dólares acumulados del remate de propiedades de narcotraficantes.

Sobre el problema del consumo, explicó que tampoco existen cifras confiables, pero que hay evidencias de la multiplicación del fenomeno, impulsado por el aumento del narcotráfico y por el deterioro socieconómico del país.

El ministro insistió en que el narcotráfico es un delito "sin patria, sin soberanía y sin ideología" que requiere, por tanto, ser enfrentando por una acción basada en la cooperación internacional.

Pero negó que esa cooperación pueda salirse en Venezuela de los que sus leyes dictan y rechazó que Estados Unidos tenga "capacidad de garrote" para certificar o descertificar a los demás. "¿Quién certifica a Estados Unidos?," se preguntó. (FIN/IPS/eg/dg/ip/97)

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