DESARROLLO: Africanas denuncian exclusión de microcréditos

La Conferencia sobre Microcréditos finalizada en Washington excluyó a las mujeres de Africa, denunciaron grupos no gubernamentales del mundo en desarrollo.

La mayoría de las delegadas africanas a la reunión de Washington destacaron que Africa casi no fue punto de discusión, cuando al continente "ya no le queda tiempo de esperar", dijo Felicia Quartey-Acquaye, del Banco Mundial para la Mujer, con sede en Ghana.

Durante una discusión de seguimiento de la conferencia, celebrada entre el 2 y el 4 de febrero, representantes de varias organizaciones no gubernamentales (ONG) africanas urgieron a que Africa no sea ignorada en los planes para expandir la microfinanciación.

Soukeyna Ba Ndieye, de la Empresa Desarrollo de la Mujer en Africa, de Senegal, dijo que a las ONG africanas se les "cerraron las puertas" de la cumbre, la cual se dedicó más a las innovaciones del microcrédito en América Latina y Asia.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU), sostuvo Ba Ndieye, debe brindar un foro para asegurar que Africa tenga un papel en el debate sobre el microcrédito.

Pero el embajador Adam Yacoubou, de Benin, respondió que "si mucho se está hablando de América Latina y Asia, es porque mucho se está haciendo allí". Los africanos deben desarrollar más instituciones para respaldar el trabajo de microfinanzas antes de poder participar más en ese campo en expansión, sostuvo.

Delegados que participaron en el Foro de Respaldo a Africa, auspiciado por la Fundación Friedrich Ebert, añadieron que la población más pobre de Africa -las mujeres rurales-, deberían ser las primeras en recibir un acceso mejorado al crédito.

La extensión del microcrédito a las mujers rurales, sostuvieron, aliviaría la pobreza y mejoraría la autosuficiencia en un continente que, según estimaciones, será en el 2010 hogar de 300 millones de personas con malnutrición crónica.

La jefa Bisi Ogunleye, directora ejecutiva de la Asociación de Mujeres Rurales de Nigeria (COWAN), dijo que las africanas tienen experiencia en técnicas tradicionales "de respuesta bancaria" que pueden hacer un buen uso de pequeños préstamos de instituciones de microcrédito como el Banco Grameen de Bangladesh.

Los bancos africanos han recuperado más de 95 por ciento de préstamos entregados a las mujeres rurales, un índice de recuperación que envidiarían los grandes bancos.

Las mujeres son también un puntal de la economía del sector informal, con variadas actividades como producción de artesanía y venta callejera.

Varios estudios de la ONU estiman que, en Africa, el sector informal contribuirá entre 60 y 70 por ciento al empleo, y alrededor de 20 por ciento del producto interno bruto (PIB).

Las pequeñas empresas constituyen el sector más dinámico y efectivo de las sociedades africanas, dijo el subsecretario general de la ONU, Jin Yongjian.

Yongjian señaló que el Banco Grameen, modelo de proyectos de microfinanciación en más de 40 países, otorga más de 94 por ciento de sus préstamos a las mujeres.

Las ONG africanas esperan que las mujeres de su continente puedan recibir un porcentaje similarmente alto de préstamos destinados a sectores pobres, para ayudarlas a iniciar pequeñas empresas.

Muchos grupos que combinan prácticas africanas tradicionales de préstamo con innovaciones de microfinanciación ya revelaron un crecimiento importante.

COWAN, por ejemplo, en su nuevo informe sobre experiencias de crédito, titulado "Pobreza contrarreloj", afirma que creció de 225 miembros en 1982 a 120.000 a fines del año pasado.

El crecimiento de COWAN proviene en parte del respeto y promoción de las tradiciones de las villas, por ejemplo la inclusión de los ancianos y líderes religiosos en la selección de los pequeños grupos comunitarios que unen sus recursos para mejorar el acceso al crédito.

Algunos de sus métodos de asegurar el pago de los créditos son culturalmente específicos, según describe el informe.

En la comunidad Ibo, por ejemplo, el grupo se dirige a la casa del deudor, lo hacen salir, y se inclinan para tomar tierra y sostenerla en sus manos mientras le miran a los ojos … sin una palabra. Esto equivale a la maldición de que la tierra tragará al deudor.

Debe estimularse la formación de grupos tradicionales de mujeres que solicitan pequeños préstamos, sostuvo Quartey-Acquaye, y señaló que su madre le enseñó esas prácticas mucho antes del actual debate sobre microcrédito.

Pero, mucho más hay que hacer, destacó, incluyendo el poner fin a prácticas como las del ajuste estructural, las cuales dañan la forma de vida de las mujeres. (FIN/IPS/tra-en/fah/yjc/lp/dv-pr-if/97

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