Más de 10.000 niñas y niños son explotados en Chile mediante la prostitución sexual, según estimaciones del gubernamental Servicio Nacional del Menor (Sename) difundidas por un experto.
El psicólogo Decio Mettifogo, jefe de Programas Técnicos del Sename, dijo al diario La Nación que urge adoptar medidas ante los indicios de existencia de mafias dedicadas a la explotación sexual de menores de entre seis y 16 años de edad.
Mettifogo recordó que en 1991 el Sename y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) estimaron que en Chile había unas 5.000 niñas dedicadas a la prostitución, sin considerar a los niños víctimas del comercio sexual.
El experto señaló que de acuerdo a normas internacionales las estimaciones pueden multiplicarse en una proporción de dos a tres, por lo cual "facilmente podríamos concordar que en Chile hay más de 10.000 u 11.000 niños (de ambos sexos) dedicados a la prostitución".
Los números no indican necesariamente un aumento explosivo de la prostitución infantil, sino una mayor visibilidad del problema, como consecuencia de la creciente preocupación mundial y nacional por el tema, indicó Mettifogo.
En esta década han surgido con fuerza los temas del maltrato y el trabajo infantil, así como de las violaciones de menores, lo cual posibilitó también un incremento de las denuncias de estos delitos, agregó el jefe de Programas Técnicos del Sename.
La preocupación internacional por el uso de menores en el comercio sexual desembocó en la conferencia de Naciones Unidas celebrada en Estocolmo en 1996, donde se estableció que ningún país está libre de este flagelo.
La prostitución infantil afecta a más de 50 millones de niños en el mundo y alcanza sus mayores volúmenes en Asia, a través de mafias que promueven el "sexoturismo" para pedófilos de países industrializados.
El fenómeno tiende a aumentar en América Latina y particularmente en Chile, donde se han detectado bandas que secuestraban a menores para forzarlos a prostituirse y hacer filmaciones pornográficas.
Mettifogo puntualizó que en el país hay cinco millones de menores, de los cuales 200.000 pertenecen a estratos de extrema pobreza, que configurarían el "grupo de riesgo" para caer en la prostitución.
El experto advirtió, sin embargo, que "la condición de pobreza en sí no entraña el riesgo" de prostitución, que se configura cuando la precariedad económica está vinculada a factores de inestabilidad familiar y maltrato de los menores.
La represión de este comercio sexual se dificulta por el atractivo económico que ejerce sobre sus propias víctimas, según las declaraciones del experto del Sename.
Una niña de 14 años que se prostituye puede llegar a conseguir ingresos mensuales en torno a los 2.000 dólares y lo único que se le puede ofrecer a cambio "es reinsertarse en el colegio, para seguir una carrera que a lo más podría otorgarle la cuarta parte de esos ingresos", puntualizó.
La prostitución infantil es alentada por mitos como el de que las relaciones sexuales con menores evitan el riesgo de contagio de sida y otras enfermedades.
"Eso es un mito absoluto. Como esos niños no son controlados médicamente, hay mayor posibilidad de contagio y además existe una especial conformación de los tejidos en los menores, que los hace más vulnerables a adquirir ciertas enfermedades", dijo Mettifogo.
El especialista subrayó que es urgente un enfrentamiento global de la prostitución de menores, mediante la coordinación de políticas dirigidas a la infancia, que incluya tanto aspectos legales como sociales, educacionales y de salud.
Señaló asimismo que en materia judicial lo más importante es recalificar el delito de prostitución infantil, que actualmente se configura sólo cuando hay un comercio sexual habitual en provecho de terceros, lo cual entorpece la prevención. (FIN/IPS/ggr/dg/hd-pr/97