Los fumadores en Cuba se beneficiarán a partir de hoy con la rebaja de los precios de los cigarrillos de producción nacional decretado por el gobierno.
Esta es la primera rebaja de precios aplicada en Cuba desde la introducción en 1994 de un programa de saneamiento de las finanzas internas destinado a sacar de la circulación la masa monetaria excedente.
"Ya era hora", dijo Gustavo Benítez, jubilado de una empresa constructora y veterano fumador que con una pensión de 120 pesos no podía asumir el alto costo de los cigarrillos.
"Yo no fumo y lograba sacar dinero con la venta de los cigarrillos que recibo por la libreta de abastecimientos", comentó Rosaura Valle, trabajadora del sector servicios que utilizaba ese dinero extra para la compra de alimentos.
Según el acuerdo del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros de Cuba, publicado en el oficilista diario Granma, el precio de los cigarrillos en venta libre pasa de 10 pesos (igual a dólares al cambio oficial y 22 unidades por dólar en casas de cambio) los negros y 10.50 los rubios a siete y 7,6 pesos, respectivamente.
El descenso constituye un alivio para los cuatro millones de personas que fuman en Cuba, una isla con 11 millones de habitantes, pero el precio se mantiene alto en comparación con los 1.60 y dos pesos que costaban las dos variadades en la década pasada, cuando el salario medio es de 200 pesos.
Como una vía de protección a los fumadores de mayor edad, el gobierno dispuso mantener la cuota normada a las personas mayores de 41 años, al precio de dos pesos la cajetilla de cigarrillos negros y 2,5 la de rubios.
Esa cuota se estableció en 1971 a través del sistema de venta regulada de productos de primera necesidad que rige en Cuba desde la década del 60, más conocido como "libreta de abastecimientos".
Al mismo tiempo, el Consejo de Ministros decidió eliminar a partir de marzo una entrega adicional controlada que se estableció en 1991 para los mayores de 17 años, como una forma de garantizar la distribución en los peores momentos de crisis económica.
La economía cubana sufrió una fuerte depresión a partir de 1990, que produjo un descenso de 34,3 por ciento de su producto interno bruto en 1993 respecto de 1989.
Los primeros signos de recuperación se verificaron en 1994 y para el cierre del año pasado la economía cubana creció 7,8 por ciento, confirmando la tendencia, según fuentes oficiales.
Sin embargo, las autoridades reconocen que el crecimiento no es aún suficiente para que tenga un efecto directo en el aumento de la calidad de vida de la población y aún pueden esperarse momentos difíciles.
Según Granma la rebaja del precio de los cigarrillos respondió a la estabilidad de la producción de la industria cigarrera, la reducción del circulante y el aumento gradual de ofertas y servicios por parte del sector estatal, cooperativo y privado.
Desde el alza de los precios en 1994 se produjo un decrecimiento en la venta libre de cigarrillos liberados que pasó de 16,8 millones de cajetillas mensuales entre junio y diciembre de ese año, a 7,3 millones en 1995 y 4,5 millones en 1996.
Fuentes oficiales aseguran que el cigarrillo desempeñó "un papel preponderante" en los más de 2.360 millones de pesos que se extrajeron de la circulación entre junio de 1994 y diciembre pasado.
Las medidas para el saneamiento de las finanzas internas fueron las primeras decretadas por el gobierno como parte de un amplio proceso de reformas que alcanzan las esferas bancaria, laboral y empresarial.
En 1994, el gobierno decretó el alza de los precios de los cigarrillos, las bebidas alcoholicas y el transporte, y comenzó a aplicar nuevas tasas y tarifas en una gran variedad de servicios a la población.
La liquidez, estimada en 11.900 millones de pesos en mayo de 1994, se redujo a unos 9.200 millones durante 1996, de los cuales cerca de 61 por ciento se encontró a buen recaudo en cuentas de ahorro.
Estimados del Banco Nacional de Cuba arrojan que durante el año pasado se produjo una desaceleración de la reducción de la liquidez y una contracción de los volúmenes de recolección del circulante por un descenso en la venta de llamados "extractores de dinero", los cigarrillos y las bebidas alcohólicas.
Expertos locales alertan sobre la necesidad de centrar la atención en la producción de bienes de consumo ante el evidente agotamiento de las medidas de saneamiento financiero aplicadas por el gobierno.
Granma aseguró que entre las causas de la decisión del Consejo de Ministros se encuentra la reventa por "especuladores y revendedores" de los cigarrillos que se distribuyen por la libreta a 7,8 millones de cubanos.
Una investigación realizada por el Centro de Estudios Sociopolíticos, adjunto al Comité Central del gobernante Partido Comunista, arrojó que las familias donde no hay fumadores obtienen por la reventa de cigarrillos entre 37 y 57 millones de pesos al año.
Según fuentes oficiales, la medida deberá poner freno a la especulación y garantizar la recaudación prevista por la venta de cigarrillos para el presupuesto del Estado. (FIN/IPS/da/ag/ip- if/97