Cuba decidió hoy rechazar la decisión de Estados Unidos de autorizar el desplazamiento a la isla de medios de prensa.
"Cuba decide y continuará decidiendo si autoriza o no a cualquier medio de prensa a establecerse en el país, sea cual fuere su procedencia", afirmó el periódico Granma, órgano oficial del gobernante Partido Comunista.
Granma criticó a las autoridades estadounidenses por olvidar que el gobierno cubano radica en la isla y no en Washington.
El gobierno calificó de unilateral el anuncio de Washington de permitir a 10 medios de prensa estadounidenses abrir oficinas en La Habana y advirtió que estudiará cada una de las solicitudes de manera soberana y sin presiones.
El presidente Bill Clinton autorizó a las cadenas de televisión CNN, ABC, CBS, Univisión, los diarios Miami Herald, Chicago Tribune y Sun Sentinel, las agencias AP y Dow Jones, y al Centro de Estudios Internacionales de la Universidad John Hopkins, que edita un boletín semanal sobre Cuba.
Sólo la CNN tenía desde el pasado 7 de noviembre la autorización de La Habana para trabajar permanentemente en la isla, al parecer por las estrechas relaciones entre el presidente Fidel Castro y Ted Turner, accionista principal de ese canal de televisión.
El derribo por aviones militares cubanos de dos avionetas de la organización anticastrista Hermanos al Rescate el 24 de febrero de 1996 había frenado la autorización de Clinton en octubre de 1995 de permitir la operación de medios de prensa en la isla.
Mike McCurry, vocero de la Casa Blanca, señaló que la decisión no está relacionada con la ley Helms-Burton pues ella asegura que su gobierno sólo dará esa autorización después de que La Habana permita una oficina en la isla de la Radio y la Televisión Martí, operado por cubanos anticastristas residentes en Miami.
Con la apertura de esas oficinas la Casa Blanca espera "exponer la realidad económica y política" de la isla "a aquellos que abogan por cambios democráticos " en el país caribeño, señaló.
Sin embargo, el gobierno cubano rechazó ese condicionamiento y calificó a "las mal llamadas TV y Radio Martí" como "emisoras con un abierto carácter subversivo y desinformador".
"Ese acto (el de la autorización del envío de corresponsales a Cuba), con cierta apariencia de ruptura del bloqueo, no es otra cosa que la gradual implementación de todo el articulado de la ley Helms-Burton, dirigida a destruir la Revolución Cubana", aseveró Granma.
La decisión de Clinton llega en una semana en que ocho "periodistas independientes" fueron citados a oficinas del Ministerio del Interior de la isla y siete de ellos fueron hostigados en sus casas.
"Agente de la CIA", "anexionista", "vendepatria", fueron algunos de los calificativos gritados por un grupo de personas frente al domicilio de Raúl Rivero, director de la agencia Cuba- Press.
Rivero envía notas periodísticas a Radio Martí y al diario Miami Herald.
La ley de "Reafirmación de la dignidad y la soberanía cubana", conocida como ley "antídoto" contra la Helms-Burton, declara ilegal cualquier suministro de información que facilite la aplicación de esa legislación estadounidnese.
"Como somos independientes, lo que hacemos tiene credibilidad en un amplio sector del pueblo cubano dentro y fuera de la isla", señaló Rivero.
La Agencia de Prensa Independiente, Habana Press, el Buró de Prensa Independiente, Patria y Cuba Press, son las pequeñas agencias de prensa en la isla que podrían ser sancionadas por la ley "antídoto".
"Es una paradoja y, al mismo tiempo, una torpeza que el gobierno cubano autorice a CNN para abrir oficinas aquí, y a nosotros nos lo impida, pues seríamos una alternativa de información", dijo Rivero.
La Habana se niega a reconocer a esas agencias y a las organizaciones opositoras internas por considerar que no son espontáneas sino preparadas y financiadas por Estados Unidos en su política de hostigamiento hacia la isla.
Granma criticó a las autoridades estadounidenses por olvidar que el gobierno cubano radica en la isla y no en Washington. (FIN/IPS/mrc/dg/ip/97