Una negociación entre Argentina y Estados Unidos permitió que el país sudamericano firmara este fin de semana el acuerdo de liberalización de los mercados de servicios de telecomunicaciones básicas concertado por la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Las dos partes zanjaron diferencias surgidas durante los últimos meses en las relaciones bilaterales y establecieron mecanismos para discutir los asuntos que aún estan pendientes, aseguró este lunes un funcionario comercial en Ginebra.
Los problemas entre los dos países giraban en torno a las exportaciones argentinas de carnes bovinas y de cacahuete, y de las importaciones, en el mismo país, de calzado, textiles y confecciones de procedencia estadounidense.
La delegación argentina que participaba en las negociaciones para la desregulación de las telecomunicaciones anunció de manera sorpresiva el viernes pasado que su país retiraba la oferta de apertura del mercado en ese sector.
La actitud de Buenos Aires contrastó en ese momento con el impulso aperturista que predominaba entre casi 70 países que se disponían a concluir tres años de negociaciones multilaterales para eliminar las barreras al comercio de servicios en telecomunicaciones.
El acuerdo, concertado finalmente este sábado sin la adhesión inicial de Argentina, marca el comienzo de la apertura de los mercados de telecomunicaciones a la explotación por compañias extranjeras y anticipa el establecimiento de políticas nacionales para resguardar esas inversiones.
Al cierre de las negociaciones, el subrepresentante comercial de Estados Unidos, Jeffrey Lang, pronosticó que Argentina adheriría horas más tarde, como así ocurrió, porque se trataba de una diferencia de carne y "cacahuetes", que en inglés significa también "una bagatela".
En efecto, la delegación argentina ratificó la misma propuesta de apertura que había presentado en abril de 1996, cuando se realizó la primera negociación de telecomunicaciones, frustrada por el retiro de Estados Unidos.
La telefonía de Argentina se encuentra privatizada, pero es administrada de manera monopólica por dos grupos de operadores, integrados por algunos de los principales monopolios públicos europeos en ese sector.
La concesión de explotación a Telefónica Argentina, bajo control español, y Telecom Argentina, dominada por franceses e italianos, concluye en noviembre próximo. Una cláusula permite extender la concesión hasta el 2000 y es probable que el gobierno argentino la aplique.
En cambio, es mínima la presencia de capitales estadounidenses en el mercado de servicios de telecomunicaciones de Argentina, que en la escala mundial de ingresos por telefonía figuró en 1996 en el décimo lugar.
Las fuentes dijeron que Buenos Aires obtuvo seguridades de que Estados Unidos reanudará conversaciones bilaterales en Ginebra para solucionar el diferendo sobre calzado, textiles y confección.
El pleito, que se desarrolla ante el Organo de Solución de Diferencias de la OMC, se encuentra en la etapa de consultas.
Pero en la próxima sesión del organismo, en marzo próximo, se dispondrá automáticamente la creación de un grupo especial (panel) para que dictamine la validez de la queja estadounidense.
Washington alega que Argentina impuso, de manera inconsulta, un arancel aduanero de tres por ciento, denominado tasa estadística, sobre sus exportaciones de calzado, textiles y confección.
Cuando Estados Unidos solicitó la formación del grupo especial, las dos partes aún sostenían consultas. La premura de Washington, dijeron las fuentes, fue determinada por la presión de los sectores internos interesados.
El problema fue discutido este fin de semana por la representante comercial interina de Estados Unidos, Charlene Barshefsky, y el ministro de Relaciones Exteriores argentino, Guido Di Tella.
Los dos funcionarios examinaron otros temas pendientes en la relación bilateral, como la aprobación de la cuota Hilton de importación de 20.000 toneladas de carne bovina y la certificación de origen del cacahuete importado por Estados Unidos.
Argentina estima que el otorgamiento de la cuota Hilton por Estados Unidos favorecerá la colocación de sus carnes en otros mercados internacionales.
Respecto a la certificación del cacahuete, medios comerciales aseguraron que a Estados Unidos entran cargamentos de ese producto bajo denominación de origen argentino, pero que provienen de otros mercados productores de menor calidad. (FIN/IPS/pc/ag/if/97