La oscura imagen del presidente Ernesto Samper ante Washington influirá en gran medida en el juicio de Estados Unidos sobre el esfuerzo antidrogas de Colombia, aguardado para este jueves.
La mayoría de los analistas colombianos creen que Estados Unidos se negará una vez más a certificar la lucha de este país contra el narcotráfico, pero otros esperan una certificación condicionada o por "razones de interés nacional".
En caso de evaluación negativa, o "descertificación", Estados Unidos podría aplicar sanciones comerciales a Colombia o emplazarla a buscar mejores resultados en el combate contra las drogas.
Según los analistas y algunos funcionarios del gobierno, más que las medidas tomadas por Colombia pesará en el fallo final la opinión que Washington se ha formado de Samper, a quien censura por la denunciada infiltración de dinero del narcotráfico en su campaña electoral de 1994
El gobierno y organizaciones empresariales invirtieron cerca de 2,2 millones de dólares en una campaña de imagen y relaciones públicas confiada a cinco firmas de Estados Unidos, en un esfuerzo por evitar la "descertificación".
Pero la campaña no parece haber influido en el subsecretario de Estado para Asuntos Antinarcóticos, Robert Gelbard, quien el día 18 afirmó ante el Congreso de Estados Unidos que "Colombia debería concentrar su esfuerzo en sus logros y no en su imagen".
Pese a admitir progresos importantes de la lucha contra la droga en Colombia, Gelbard reiteró la desconfianza que le merece Samper. El subsecretario aseguró que el presidente colombiano "solicitó y recibió más de 6,6 millones de dólares de reconocidos narcotraficantes" para su campaña electoral.
"Cuando uno escucha las expresiones" del subsecretario de Estado comprueba que la opinión personal es componente importante de decisiones políticas de Estados Unidos, señaló el ministro de Justicia de Colombia, Carlos Medellín,
Pero de acuerdo con Ernesto Samper Nieto, del diario El Espectador, "hay quienes aún creen en la posibilidad de obtener (de Estados Unidos) una certificación por razones de interés nacional".
La aprobación legislativa el día 19 del aumento de penas de prisión para los narcotraficantes y la firma al día siguiente de un acuerdo marítimo con Estados Unidos para el abordaje de naves sospechosas en aguas territoriales de los dos paises habrían sumado puntos a Colombia ante Washington.
Así mismo, un sector del gobierno de Estados Unidos considera que "descertificar" a Colombia no sería la mejor decisión.
Según Andrés Franco, de la facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Javeriana, ese sector cree que negar la certificación por otro año consecutivo a Colombia daría lugar a "una etapa de desgaste".
Franco destacó que la pérdida de la certificación en 1996 llevó al gobierno de Samper a redoblar el combate contra el narcotráfico, una decisión que de otro modo no habría tomado. Pero una nueva "descertificación" no garantizaría la continuación de ese esfuerzo.
Estados Unidos evalúa y califica desde 1986 el esfuerzo contra el narcotráfico de unas 30 naciones. Ese juicio, que respondería a "una actitud imperial", según el ministro del Interior de Colombia, Horacio Serpa, es aguardado con escepticismo por la opinión pública de este país.
Sesenta y cinco por ciento de las 976 personas encuestadas a pedido de El Espectador por el Centro Nacional de Consultoría, creen que Estados Unidos "descertificará" a Colombia para mantener su presión sobre el gobierno de Samper.
El mismo resultado aguarda el vicefiscal Adolfo Salamanca. Washington "tiene una información privilegiada en forma permanente" y sabe que los avances en la lucha antinarcóticos se debieron únicamente a "esfuerzos individuales", dijo Salamanca.
La certificación por "interés nacional" aliviaría la situación creada por la "descertificación" de 1996, pero obligaría igualmente al país a mejorar resultados en el área de la lucha contra las drogas según los parámetros de Washington. (FIN/IPS/yf/ff/ip/97