La política de reformas de Deng Xiaoping, el líder supremo de China que murió este miércoles en Beijing, debe aglutinar a la nación para hacerla "fuerte, próspera, democrática, civilizada y socialista", exhortó el Comité Central del Partido Comunista.
Deng murió a los 92 años, víctima del mal de Parkinson y complicaciones respiratorias.
Los medios de comunicación estatales informaron sobre la muerte cada hora, elogiando al "camarada Deng", mientras las autoridades crearon un comité funerario compuesto por 450 miembros y dirigido por Jiang, como líder del Partido.
Deng, principal arquitecto del programa de liberalización económica iniciado hace casi 20 años, nació en 1904 en una próspera familia de terratenientes, en Paifungcun, provincia de Sichuan, cuando la última dinastía china aún seguía en el poder.
Poco se sabe de su infancia, aunque los críticos de la Guardia Roja afirmaron durante la década de los '60 que había sido un "niño protegido". Su adolescencia la pasó junto a su madrastra, la tercera esposa de su padre.
A los 16 años, Deng partió a Francia con un grupo de 100 compañeros para trabajar y estudiar. Más tarde diría que nunca estudió en Francia aunque, de hecho, asistió por poco tiempo a algunos institutos de secundaria. Asimismo, trabajó como obrero en la Renault, cerca de París, y en otras fábricas.
Poco después de su arribo a Francia a fines de la década de 1920, Deng se integró al movimiento obrero-estudiantil. En 1922 ingresó a la liga juvenil del comunismo chino, y al Partido Comunista en 1924.
Deng recurrió a la clandestinidad cuando la policía francesa reprimió a los estudiantes comunistas chinos y deportó a sus dirigentes en 1925. Huyó de Francia en 1926 para evitar el arresto, pasó por la Unión Soviética y al llegar a China cumplió diversas funciones en el partido.
A principios de los 30, hubo una seria disputa entre la facción pro-Moscú del Partido Comunista Chino y aquellos que, como Deng, fueron firmes aliados del joven revolucionario disidente, Mao Zedong, quien en 1949 fundó la República Popular China.
En 1932, Deng fue designado director del comité central del Partido, pero destituido el año siguiente por apoyar a Mao. Sería la primera purga de las muchas que enfrentaría en su agitada carrera política.
Su inquebrantable fe en Mao hizo que Deng participara en la Larga Marcha iniciada en octubre de 1934, cuando las tropas revolucionarias campesinas de Mao avanzaron durante más de un año por la China rural en medio de la guerra civil contra los nacionalistas.
Deng ocupó diversos cargos partidarios y militares. Fue comisario político de la 129 División del Octavo Ejército Terrestre que triunfó en varias campañas cruciales para consolidar el poder comunista en la guerra contra el Kuomintang y las tropas japonesas.
Durante los últimos años de la Guerra Civil (1945-49), las unidades del Ejército Rojo lideradas por Deng sumaron importantes victorias al tomar Nanking, capital del gobierno del Kuomintang, y Shanghai, y al cruzar el río Yangtse.
Deng ingresó al círculo de élite del Partido cuando fue elegido para integrar el comité central del Séptimo Congreso, en 1945 – donde el pensamiento maoísta fue instaurado en la constitución del Partido y el poder de Mao se transformó en prácticamente absoluto.
Luego de la Liberación en 1949, Deng fue designado primer secretario del partido y comisario político para China sudoccidental. En 1952, se convirtió en vice primer ministro y secretario general del Partido, y en 1956 ingresó al politburó y a su comité.
Durante los dos años siguientes, Deng fomentó la supresión de los "intelectuales burgueses" que apoyaban "la supuesta libertad de prensa, de publicaciones y en la literatura y las artes", en el contexto de la "campaña antiderechista".
Fue la primera vez que Deng expresó públicamente tendencias políticas radicales contra intentos de liberalizar el sistema.
Su conservadurismo político surgió nuevamente contra la campaña del Muro de la Democracia en la década de los 70, inmersa en la "Primavera de Beijing", cuando los ciudadanos podían exhibir carteles en los que expresaban sus opiniones.
Otro ejemplo fue la cruenta represión militar contra los manifestantes pro democracia en la plaza Tiananmen, en 1989, la cual condujo a la muerte de cientos de estudiantes.
La habilidad de Deng para mantener un perfil bajo y hablar sólo en el momento adecuado, le permitió sobrevivir a la crisis política entre fines de los 50 y principios de los 70 — una época de mortales purgas dirigidas por Mao.
Es así que no se opuso al "Gran Paso Adelante" en 1958, hasta que sus nefastas consecuencias fueron evidentes. Más adelante, diría que Mao fue "demasiado entusiasta" y que "los demás también lo fuimos".
A comienzos de la década de 1960, Deng intentó remediar los fracasos del período cuando, con el entonces presidente Liu Shaoqui, urgió a implementar reformas económicas similares a las que luego adoptó a fines de los '70 y principios de los '80 (sigue)