CHINA: Euforia por participar en posgrados de gestión empresarial

En la floreciente economía de mercado china, un posgrado en administración de empresas es más que un simple título. Es la diferencia entre el éxito y el fracaso.

Aún en las empresas estatales, donde las conexiones con el Partido Comunista facilitan el acceso a las posiciones jerárquicas, se procura ascender a los más capacitados.

El cambio se percibe en el mercado laboral y en las universidades, que han sido saturadas de solicitudes para asistir a los cursos comerciales.

Casi 11.000 chinos darán el examen de ingreso para acceder a 2.000 lugares en las universidades que ofrecen cursos de posgrado en administración de empresas. El doble que el año pasado.

Por primera vez, este año se incorporó al proceso de admisión de estudiantes que desean obtener el título de posgrado, un examen de ingreso para la administración, denominado GRK.

Cuando los posgrados en administración de empresas fueron otorgados por primera vez en 1991, las universidades chinas regulaban la admisión por cuenta propia. Las autoridades sostienen que dicho sistema fallaba por las diferencias en los niveles de exigencia.

Las autoridades afirman sin embargo que el GRK es comparable al que se utiliza para elegir a los candidatos al posgrado en Estados Unidos.

"Nos fijamos en la estructura básica del examen de admisión de Estados Unidos, pero nuestra prueba de selección ha sido orientada específicamente a las necesidades nacionales: debemos hallar a los candidatos con experiencia previa en administración", explica el profesor Zhao Chunjun.

"El nuevo examen de GRK tiene como objetivo elegir a los estudiantes mejor adaptados para la administración comercial", dice Zhou Sanduo, director del Centro Nacional de Investigación para los Exámenes de Admisión al posgrado de administración de empresas.

Zhou, creador del GRK, sostiene que las pruebas anteriores sobreestimaban el rendimiento en matemáticas y lenguas extranjeras. Se tomaba en cuenta la escolaridad del candidato pero se soslayaban sus rasgos personales.

"El nuevo examen permite entrevistar a los estudiantes y evaluar sus aptitudes. En el pasado, se descartaron muchos buenos alumnos. No existía uniformidad en los exámenes, no había una norma nacional", explicó.

Zhao Chunjun, decano interino de la Facultad de Economía y Administración de la Universidad de Qinghua, está de acuerdo. "Ponemos más énfasis en el contacto personal, como lo hacen los países occidentales", sostuvo.

"Deseamos atraer especialmente a los candidatos de las empresas estatales. En definitiva, queremos impulsar la economía nacional", agrega Zhao.

Una encuesta de 1995 reveló la existencia de pocos dirigentes de empresas estatales con orientación comercial, aunque 77 tenían títulos universitarios.

Según las autoridades, la clave para el rejuvenecimiento de las empresas estatales chinas reside en la formación de por lo menos 5.000 universitarios con títulos de posgrado en administración de empresas por año, dirigidos a las empresas estatales.

El primer programa chino para el posgrado fue lanzado a principios de los 80 cuando una facultad en Dalian lo realizó en conjunto con una universidad de Estados Unidos.

Más de 60 por ciento de los casi 300 estudiantes que asistieron al curso ocupan hoy cargos importantes en empresas y en el gobierno.

Pero no fue hasta hace seis años que China lanzó formalmente estos cursos de posgrado en nueve prestigiosas universidades, incluyendo a la Qinghua de Beijing y la Fudan de Shanghai.

Desde entonces, otras 17 universidades ofrecen cursos de posgrado en administración de empresas, llevando el total a 26.

En 1994, los primeros egresados no sumaban 200. Un año después, los candidatos para los exámenes de admisión eran 5.000, de los que fueron admitidos 2.000.

La matrícula cuesta 24.000 yenes (3.000 dólares), una cifra accesible para los candidatos de las ciudades pero prohibitiva para los del interior.

De todas maneras, la competencia es dura. En la Universidad de Qinghua, líder en el programa de posgrados, más de 800 personas se han inscrito para el GRK, pero sólo 25 por ciento será admitida.

Los que accedan pasarán dos años y medio aprendiendo administración y contabilidad, sin dejar de lado la ciencia política y las materias humanísticas relacionadas con lo cultural e ideológico.

Zhao admite que las universidades chinas están atrasadas en los cursos funcionales con respecto a las universidades occidentales.

"En realidad, China se integró al sistema contable internacional hace sólo tres años, en 1993. Por eso hay escasez de textos actualizados. Nuestro país se encuentra en un proceso de transición".

Actualmente, los estudiantes del posgrado en administración de empresas son el tres por ciento de todas las admisiones para posgrados universitarios, porcentaje muy inferio al 26,3 por ciento de Estados Unidos.

Se espera llevar el porcentaje a ocho por ciento para el 2000, con un total de 5.000 estudiantes. Para entonces, los institutos autorizados a expedir títulos de posgrado en administración de empresas serán 51, incluyendo facultades en las zonas subdesarrolladas del norte y noroeste.

Las bibliotecas serán equipadas con textos actualizados en técnicas de aministración comercial y se invitará a conferencistas extranjeros para complementar al cuerpo docente.

"Sabemos que estamos muy atrasados con respecto a las facultades occidentales de posgrado en administración de empresas, y que éstos tienen una gran demanda interna. Estamos bajo presión, pero todo ello ayuda a mejorar la enseñanza en China", sostiene Zhao. (FIN/IPS/tra-en/px-cf/cpg/aq-jc/ap-ed/97

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