El déficit comercial de Brasil ascendía a 1.200 millones de dólares en las tres primeras semanas de este mes, un resultado inusual para febrero, admitió hoy en el secretario de Política Económica, José Mendonza de Barros.
Las importaciones ya superaban los 3.500 millones de dólares hasta el domingo pasado y las exportaciones se limitaban a 2.300 millones, indicando un dinamismo sin precedentes en las compras externas en los meses iniciales del año.
La tendencia apunta a un déficit de más de 1.500 millones de dólares, sólo superado en la historia del país por los 1.787 millones registrados en diciembre.
Mendonza de Barros afirmó, sin embargo, que los datos no son aún preocupantes porque las exportaciones mantienen el nivel de expansión del año pasado. Las importaciones de este mes se vieron aumentadas por compras de petroleo no registradas en enero.
El próximo mes sí será decisivo, según el funcionario, para evaluar si el crecimiento económico del país está por encima del "índice deseable". En ese caso, líderes empresariales brasileños temen que el gobierno adopte medidas de contención del consumo, que afectarían sus negocios.
El gran aumento del consumo interno es apuntado como uno de los factores que impiden un crecimiento de las exportaciones y alimentan la fuerte expansión de las importaciones desde 1994, cuando el gobierno adoptó el plan de estabilización que puso fin a décadas de elevada inflación.
El desequilibrio en el comercio exterior está siendo fácilmente financiado por el ingreso masivo de capitales extranjeros, pero se teme que su persistencia provoque graves problemas a partir del próximo año. (FIN/IPS/mo/ag/if/97