La balanza comercial de Brasil registró un déficit de 413 millones de dólares en enero, según informó hoy el gobierno.
Las importaciones alcanzaron 4.098 millones de dólares, superando en 19 por ciento las de enero de 1996. Las exportaciones se limitaron a 3.685 millones de dólares, seis por ciento más que hace un año.
Aunque negativo, el resultado representa un alivio en relación al déficit de 1.787 millones de dólares ocurrido en diciembre. Pero no indica una tendencia, al ser enero es un mes de baja actividad en el comercio exterior.
El inicio del sistema informatizado de control de las compras externas provocó retrasos en las aduanas a punto de amenazar la producción en algunas empresas que dependen de insumos importados en las primeras semanas del año.
La mayor confusión ocurrió con las importaciones de petróleo y derivados.
El gobierno admite que este año se agravará el déficit comercial del país, que podría llegar, según sus previsiones, a 8.000 millones de dólares, contra 5.539 millones en la actualidad.
Expertos del mercado prevén resultados aún peores, de hasta 12.000 millones de dólares de saldo rijo, si el gobierno no adopta medidas para contener el consumo y no devalúa la moneda nacional.
Con la fuerte demanda interna no se producen más excedentes para exportar y aumentan las importaciones. (FIN/IPS/mo/dg/if/97
