Autoproclamados "hombres de verdad" y formados en una escuela de "machos", los estudiantes del Colegio Ayacucho, de La Paz, son protagonistas de una historia de discriminación de género en ese centro de enseñanza secundaria del Estado boliviano.
A un paso del siglo XXI, la insólita actitud de los "ayacuchenses" más parece una broma de mal gusto, pero la realidad es que decidieron impedir el ingreso de mujeres a su colegio, oponiéndose a la decisión del gobierno de introducir la matrícula mixta en toda la educación del país.
El concepto de la coeducación de varones y mujeres fue incorporado a la Reforma Educativa, que comenzó a implementarse plenamente este año.
Pero se encontró en el Ayacucho con un muro infranqueable, conformado por alumnos opositores a la medida que pretenden defender la tradición de "sólo para hombres" de un centro caracterizado por una disciplina de corte militar.
Los alumnos hicieron huelga y amenazaron con agredir físicamente y hasta violar a las mujeres que se animaran a ingresar en ese "colegio de machos".
"No vamos a permitir que estas señoritas destruyan nuestra tradición, porque el Ayacucho es un colegio de machos. Si ellas quieren quedarse tendrán que atenerse a las consecuencias, porque incluso podrían ser violadas", decía un furibundo ex alumno que controlaba las puertas del establecimiento.
La actitud de los estudiantes fue apoyada por ex alumnos del mismo colegio e incluso por los profesores, que argumentaron la "falta de infraestructura" adecuada, en referencia a la ausencia de baños para mujeres.
El gobierno aseguró que esas deficiencias serían solucionadas, pero ante la persistencia de la oposición, se vio forzado a trasladar a maestros en otros colegios y destituir al director del Ayacucho, por alentar a los alumnos a rechazar la matrícula mixta.
Nueve de las 22 pioneras de la coeducación que se proponían n estudiar en el Ayacucho desistieron finalmente, debido al temor manifestado por sus padres. Pero las restantes mantuvieron su decisión de imponer la igualdad en la educación.
Una de las mujeres inscriptas este año en el Ayacucho denunció que ella y sus compañeras fueron víctimas de todo tipo de amenazas de los varones. No obstante, afirmó que permanecerá en el colegio, porque las nuevas leyes apoyan la educación mixta.
"El colegio es muy machista. Ellos (los alumnos) quieren que nos vayamos, pero de aquí no nos vamos a mover y les demostraremos que no somos peores ni mejores que ellos, sino iguales", dijo la estudiante, de 16 años.
Otra estudiante, de 15 años, señaló que los varones del Ayacucho no tienen motivo para temer la presencia de mujeres, aunque éstas están dispuestas a demostrar incluso que son "más inteligentes que ellos".
La actitud de los estudiantes varones del colegio fue interpretada en círculos de organizaciones de mujeres como un reflejo de lo que a diario sucede en otras áreas de la sociedad.
"Mientras los ayacuchenses amenazan con violar a las pioneras, sus pares en otros ámbitos institucionales cometen todo tipo de arbitrariedades intelectuales, políticas y de procedimiento para impedir que las mujeres ejerzamos nuestros plenos derechos ciudadanos", advirtió Sonia Montaño, dirigente de un grupo de mujeres.
"El pánico a la igualdad es el rasgo de la cultura machista. Que se exprese a lo bruto o con guante blanco marca una diferencia, aunque ambas (modalidades) se alimentan recíprocamente", agregó Montaño.
No ocurrió lo mismo en los denominados "liceos de señoritas", que este año se abrieron a la inscripción de varones y éstos fueron recibidos con naturalidad.
Para poner punto final al conflicto de género planteado en el Ayacucho, el gobierno advirtió que no retrocederá en su decisión de introducir la educación mixta en todos los colegios del país.
"Vamos a dejar el tradicionalismo sustentado en un falso machismo y considerar la importancia de la mujer en el proceso de cambio que vive el país", aseguró el director nacional de Educación, Carlos Orozco. (FIN/IPS/jcr/97
