La Central Obrera Boliviana (COB), principal organización sindical del país, iniciará este martes una serie de protestas con un paro nacional de 24 horas, por aumentos salariales y atención del gobierno a varias demandas sectoriales.
El paro de 24 horas, el primero de este año, marcará el comienzo de una larga cadena de movilizaciones que incluirá una huelga general indefinida.
La medida dio por cerradas las negociaciones que esta semana debían sostener gobierno y sindicatos para comenzar a analizar el pliego de peticiones presentado por la COB, referido a una demanda de aumento salarial y reivindicaciones sectoriales de diversos gremios.
El gobierno anunció que el incremento de salarios será este año de sólo 7,5 por ciento, con excepción del magisterio, que tendrán un aumento de 11 por ciento.
Los trabajadores reclaman un aumento superior y el pago de salarios retrasados de los trabajadores de los fondos complementarios de la seguridad social, el cese de la represión sindical y la liberación de los campesinos detenidos en el Chapare, zona de producción de coca y cocaína.
La COB se encuentra sumida en una profunda crisis y debilitada en razón del desgaste generado por anteriores movilizaciones fracasadas.
Un sector interno, de izquierda radical y mayoritario en gremios como los mineros y los maestros, es partidario de medidas cada vez más fuertes contra el gobierno.
Para el secretario ejecutivo de la COB, el minero Edgar Ramírez, las medidas de protesta contra el gobierno deben ser producto del debate de las bases.
La COB ha diseñado para este año un plan de lucha que incluye huelgas indefinidas, manifestaciones, bloqueos de carreteras y otras medidas que se ejecutarán durante los últimos cinco meses del gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, que concluye su gestión el 6 de agosto.
"En el país no habrá paz en los últimos meses que le toca gobernar al presidente Sánchez de Lozada", aseguró Ramírez, máximo líder de la COB.
El debilitamiento de la otrora poderosa central se debe también a la política del gobierno, que en los últimos años ha preferido negociar sectorialmente las demandas de los trabajadores y ya no en forma global, señalan analistas.
La COB ve cada vez más reducido su campo de acción, limitándose a la defensa de maestros, mineros, trabajadores de salud y universitarios, que son los únicos sectores que acatan las huelgas.
Además, todo paro es casi automáticamente declarado "ilegal" por el Ministerio de Trabajo, lo que significa que a fin de mes los empleadores descuentan una parte de los salarios a los trabajadores que acatan las medidas de protesta.
"Este gobierno se ha propuesto destruir a los sindicatos, especialmente a los más radicales y combativos como es el magisterio urbano de La Paz", asegura Gonzalo Soruco, dirigente de los maestros de la ciudad sede de gobierno, de tendencia trotskista. (FIN/IPS/jcr/dg/ip-lb/97