ASIA: Contrato Taiwán-Corea del Norte crea tensión en Oriente

El dinero que el contrato cerrado entre Taiwán y Corea del Norte para la disposición de residuos nucleares hará correr a partir de este mes entre las respectivas tesorerías podrá resolver urgencias de ambos países pero no disimulará las implicancias políticas del pacto en Asia oriental.

Funcionarios taiwaneses confirmaron que los primeros barriles de residuos nucleares de las tres centrales energéticas de la isla serán embarcados con destino a su almacenaje en Corea del Norte a fines de este mes, de acuerdo a los términos de un pacto "estrictamente comercial".

Los grupos ambientalistas de Taipei han estimado el valor del acuerdo en 227, 6 millones de dólares, una cantidad que será bienvenida por el gobierno norcoreano, que enfrenta serias dificultades financieras.

Este acuerdo anunciado en enero, sin embargo, no dejará de tener consecuencias políticas en una región tan dividida como el Oriente asiático.

Su simple anuncio bastó para que China y Corea del Sur se unieran contra Taiwán y Corea del Norte en una actitud de rechazo a un contrato que supone el transporte de 60.000 barriles de desechos nucleares al país receptor, con la opción de extender los envíos en el futuro a 140.000 barriles adicionales.

El ministro surcoreano de Asuntos Exteriores, Yoo Chong Ha, advirtió a Taipei que Seúl intentará detener los embarques "por todos los medios", incluso los económicos.

La generalización de la conciencia ambiental en Taiwán hizo que Taipei buscara cualquier país, con independencia de sus puntos de vistas ideológicos, que aceptara sus tóxicos residuos.

Corea del Norte, por su parte, urgido su gobierno por la escasez de alimentos y el desastre de la economía, no pudo resistir ante la oportunidad de recibir divisas internacionales. Dejó de lado sus lealtades tradicionales y pactó con el "enemigo" de China, su potencia amiga y aliada.

Los analistas de Taipei han hecho notar que lo que más disgusta a Seúl no es el hecho de que los desechos nucleares se depositen en la tierra que algún día podrá reunificarse con el sur, sino que los recursos frescos que Pyongyang recibirá pueden darle un respiro y devolverle una actitud desestabilizadora.

En concreto, Seúl esperaba usar la seducción de grandes cantidades de ayuda a Pyongyang para arrancar importantes concesiones políticas y militares a su aislado vecino. El trato con Taiwán reduce el poder de negociación que la superior riqueza le otorga al sur de la península para cortejar al norte.

No obstante, no parece probable que Taiwán se preocupe por las reacciones de Corea del Sur, en particular porque Seúl cortó de forma repentina sus relaciones diplomáticas con Taipei en 1992, trasladándolas a Beijing prácticamente sin previo aviso.

Hsu Tien Tsai, legislador del opositor Partido Progresista Democrático, dijo que "el gobierno taiwanés no cree que Corea del Sur sea importante para nosotros, ni política ni económicamente. Eso debilita mucho el poder de regateo de Seúl".

Todo indica que Corea del Sur no logró el apoyo de Washington en esta cuestión, y que, por el contrario, Taipei debe haber consultado previamente con Estados Unidos el acuerdo que tenía entre manos con Pyongyang, antes de seguir adelante.

Algunos expertos taiwaneses auguran, sin embargo, que el pacto tendrá repercusiones más amplias, e incluso afectará la aspiración de Taiwán de ingresar a las Naciones Unidas, a lo que China opone su poder de veto por considerar a la isla una provincia renegada de la República Popular.

"Puede resultar contraproducente para Taiwán, porque la comunidad internacional empezará a dudar de las intenciones y las palabras de este país", comentó Andrew Yang, del centro privado de investigación llamado Consejo Chino de Estudios Superiores de Políticas, sito en Taipei.

Los medios diplomáticos de esta capital entienden que Corea del Sur ha pedido a Beijing que presione a Corea del Norte. Pero si bien el gobierno chino emitió una declaración de protesta contra Taipei, no existen razones para creer que pueda tener alguna influencia sobre Pyongyang.

Algunos diplomáticos llegan a sugerir que los gobernantes chinos están convencidos de que este acuerdo es en verdad una conspiración de Taiwán para alejar aún más a Corea del Norte de China.

Según los analistas, el pacto entre Taipei y Pyongyang fue facilitado, en parte, porque China se ha negado a reflotar al régimen norcoreano con ayuda económica, e incluso ha reducido los niveles de asistencia en comparación con épocas pasadas.

"China se niega a extender una mano a Corea del Norte porque no quiere convertirse en víctima de la economía norcoreana", dijo Yang. "Aparentemente son países muy próximos, pero China no comprende en verdad a Corea del Norte".

"Para Corea del Norte, el dinero habla. Ellos harán cualquier cosa si nosotros les damos dinero, en particular porque están muy aislados", añadió.

Los expertos creen muy poco probable que Corea del Sur pueda impedir los embarques. Pero la ejecución de este acuerdo podría complicar el delicado equilibrio de las relaciones entre los estados de la región. (FIN/IPS/tra-en/ys/cpg/arl/ip/97

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