La globalización ha convertido el mundo "en un gran casino universal", dijo hoy en Venezuela el ex presidente argentino Raúl Alfonsín al analizar el impacto para América Latina de la nueva realidad económica planetaria.
Alfonsín dijo que hay 3.000 millones de dolares "que se juegan todos los días en las bolsas del mundo" y que hacen cada vez más dependientes las economías y los países de la región de los que dominan el juego, sobre todo Estados Unidos.
El ex gobernante fue uno de los dirigentes que han conducido diferentes países latinoamericanos que participaron este sábado en la conclusión de un seminario sobre la democracia y la integración del futuro en el subcontinente.
Alfonsín indicó que en 1985 se manejaron 800.000 millones de dólares en el mercado financiero, de los que 700.000 estuvieron en manos de los bancos.
Diez años más tarde, el mercado manejó 2,3 billones, de los que sólo 800.000 pasaron por el circuito bancario mundial y el resto se trató de dólares "informáticos o virtuales".
Alfonsín, quien fue aplaudido largamente de pie por un auditorio de políticos, académicos, ministros y legisladores de diferentes países, fue la estrella del panel en que varios ex presidentes comentaron sus experiencias de gobierno.
También participaron los ex mandatarios Miguel de la Madrid, de México, Itamar Franco, de Brasil, Luis Alberto Lacalle, de Uruguay, y Luis Herrera Campins y Ramón Velásquez, de Venezuela.
El ex presidente venezolano Carlos Andrés Pérez se presentó al acto conclusivo, aunque no había sido invitado por el gobierno de su acérrimo adversario Rafael Caldera, y aunque no fue sentado en el podio, recibió frases de aprecio de varios de los participantes, en particular de Alfonsín.
El ex gobernante argentino agradeció a Venezuela por su activa solidaridad con Argentina durante la guerra de las Malvinas contra Gran Bretaña, y por otro hecho poco conocido, como fue la acción de Pérez para convencer al Vaticano de que mediara en el conflicto chileno-argentino por el estrecho de Beagle.
Alfonsín aseguró que decir que la globalización ha creado una nueva interdependencia "es una amabilidad".
"La realidad es que somos cada vez más dependientes", no sólo de la gran potencia formal, Estados Unidos, sino de empresas calificadoras de riesgo como Salomon Brothers, afirmó.
La globalización "se nos ha venido encima" y la pregunta a la que la región debe responder es cómo se defenderá, según el político argentino, quien citó el caso de Chile entre los países que tomaron medidas positivas para frenar el daño de los llamados capitales golondrina.
Para Alfonsín, la globalización es la expresión económica del totalitarista neoconservadurismo "endiosador del mercado" y está acelerando "procesos de extranjerización tremendos y de injusticia global igualmente dramáticas".
Mencionó que 400 personas -no empresas- de Estados Unidos tienen un capital equiparable al que perciben al año las poblaciones enteras de India, Nepal y Sri Lanka, con más de mil millones de habitantes en total.
El resultado es que más bien que un nuevo orden internacional, lo que están soportando regiones del Sur en desarrollo como América Latina es el impacto de "un nuevo desorden internacional del que ni los bancos centrales de los países pueden defenderse".
Alfonsín dijo que la situación ya comenzó a preocupar a figuras como George Soros, el inversionista "de asalto" que derrotó al Banco de Inglaterra, jugando contra la libra, y ganó entre 2.000 y 3.000 millones de dólares en la operación, quien ahora reconoce que es necesario poner coto a todo esto.
El dirigente llamó a los latinoamericanos a exigir que no sean dejados de lado por las potencias que están "definiendo el futuro de la humanidad sin la presencia de América Latina" porque ya otros creen que la representan. (FIN/IPS/eg/ag/ip-if/97