AMERICA LATINA: Autoempleo, opción laboral única para el futuro

La única opción laboral de la población de América Latina en un futuro muy próximo será trabajar en el sector informal de la economía, proveyéndose su propio empleo, advirtieron expertos internacionales reunidos en la capital de Costa Rica.

De hecho, 56 por ciento de la población latinoamericana se desempeña en ese sector, caracterizado además por la baja productividad.

Unos 90 especialistas analizaron este mes en San José el impacto del autoempleo en las economías y el crecimiento que tendrán las economías subterráneas.

De los 17 millones de empleos creados en América Latina y el Caribe en el período 1990-95, el 84 por ciento fueron en el sector informal, señaló Carlos Maldonado, representante de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra.

En el seminario, patrocinado por el Instituto de Promoción de la Economía Social (IPES) de Perú y del proyecto ProMicro de la OIT, los expertos evaluaron la situación del mercado informal en la región y las posibles soluciones para lograr condiciones de empleo "más justas".

Entre los datos aportados destaca que el sector informal, que representa entre 10 y 25 por ciento del producto interno bruto (PIB), crece a un ritmo acelerado de 4,7 por ciento anual, al tiempo que el formal lo hace apenas a uno por ciento.

El sector informal está constituido por los trabajadores por cuenta propia, excepto los profesionales liberales y técnicos especializados.

Uno de los problemas que Maldonado atribuye al ejercicio del trabajo informal es que si bien este sector es uno de los grandes creadores de empleos, su productividad también es muy baja.

Dos de las principales manifestaciones de esta actividad, según los especialistas, se da a través de la formación de microempresas y autoempleo.

Asimismo, la Confederación Centroamericana y del Caribe de la Pequeña y Mediana Empresa (Concape), con sede en Panamá, señaló que en las economías de El Salvador y Guatemala el sector aporta 50 por ciento del PIB, así como 27 por ciento en Costa Rica y 12 por ciento en Panamá.

Por su parte, la primera vicepresidenta de Costa Rica, Rebeca Grynspan, dijo que hasta ahora "los esfuerzos públicos y privados no han tenido ninguna relación con la importancia y potencial socioeconómico de este sector".

Advirtió, además, acerca del "descuido notable" de los gobiernos en el diseño y ejecución de los programas de capacitación y asistencia técnica.

Por este motivo, instó a los especialistas reunidos en San José a crear "instrumentos eficaces para que la microempresa encuentre nichos de mercado y pueda orientar adecuadamente su creatividad y potencial".

Roger Teszler, primer secretario de la Embajada de Holanda en Costa Rica y experto en microempresa, manifestó que "la clave es la eficiencia y no soluciones teóricamente perfectas, pero mal implementadas".

"Las políticas hasta ahora han sido inútiles por las trabas burocráticas y por los problemas que afrontan los microempresarios y los autoempleados", precisó.

Sin embargo, otro obstáculo para la sobrevivencia de la microempresa tradicional es la poca preparación de muchas de estas unidades, desarrolladas en los años 70 y 80 al amparo de un proceso de industrialización muy proteccionista, para competir en el mercado internacional, concluyó Maldonado. (FIN/IPS/yo- mso/ag/if/97

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