/AMBIENTE/SURINAME: "Maroons" temen consecuencias de extracción de oro

Suriname aguarda la llegada de las mayores companías mineras del hemisferio, mientras crecen los temores sobre el efecto de las operaciones de extracción de oro sobre grupos de "maroons" del interior.

Cambior Inc., de Montreal, Canadá, y Golden Star Resources, de Denver, Estados Unidos, recibieron licencias del gobierno de Suriname para extraer al menos 5,6 toneladas de oro entre los próximos ocho y 10 años en la mina Gross Rosebel, ubicada a unos 105 kilómetros al oeste de Paramaribo.

Pero hay varios problemas, mucho mayores de lo esperado por las empresas al iniciar el trabajo de prospección a comienzos de esta década en Guayana, e incluso después de haber iniciado la explotación, hace cuatro años.

El área en la cual opera Omai Gold Mines en Guyana, 64 kilómetros al sur de Georgetown, está poblada por escasas comunidades, pero la situación en distinta en Suriname.

En el sitio de la mina en Suriname hay varias villas de "maroons" que viven en el área desde hace más de cuatro siglos, cuando llegaron escapando de la esclavitud.

Estos descendientes de esclavos fugados temen el impacto del proyecto en su forma de vida, especialmente tras el derramamiento de más de 3,2 millones de metros cúbicos de compuestos de cianuro en los ríos Omai y Essequibo, ocurrido en agosto de 1995.

El accidente mató los peces y otras formas de vida del río, e impidió el uso de las aguas durante varias semanas.

Pero esta no es la única preocupación. En la década de 1960, los habitantes de la villa de Nieuw-Koffiekamp, en el este de Suriname, fueron evacuados para dar paso a la construcción de una represa hidroeléctrica.

Los "maroons" no vieron con buenos ojos el desplazamiento. Ahora se les pide que vivan bajo la constante amenaza de un desastre ambiental, o que abandonden el área.

"Rogaremos a Dios que no nos desalojen, de lo contrario, moriremos", dijo Alma Pryor, integrante de la Organización de Mujeres de Koffiekamp.

Pero el gerente de recursos de Omai, Norman McLean, cree que "no tendrán que trasladarse realmente. Podrían quedarse, porque no habrá daños, pero ellos quieren garantías".

En un intento por aliviar la situación, la empresa decidió trasladar a Guayana un equipo de 12 habitantes locales, entre ellos siete jefes tribales y representantes del gobierno, para conocer las actividades de Omai en Guyana, en un esfuerzo por convencerlos de que el proyecto de extracción de oro no tiene posibilidades de culminar en un desastre ecológico.

Los representantes tendrán la oportunidad de hablar con autoridades de la empresa en Guyana y con activistas defensores del medio ambiente.

Las autoridades afirman que, si todo sale según lo planificado, y la empresa logra la confianza de los 400 "maroons" del área, la construcción de oficinas, residencias y pozos para desechos comenzará en junio.

En el pasado, los "maroons" amenazaron con impedir cualquier intento de empresas mineras por instalarse en sus villas.

Una vez en funcionamiento, Gross Rosebel empleará a unas 800 personas, en su mayoría pobladores locales. (FIN/IPS/tra-en/bw/cb/lp-en/97

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