La organización ambientalista Greenpeace aseguró que India está ayudando a las naciones ricas a desconocer la prohibición internacional sobre el vertido de residuos tóxicos industriales en los países en desarrollo, ignorando la decisión de su propio sistema judicial.
Los activistas de la organización ambiental sostuvieron que India brinda un pésimo ejemplo a los países pobres al permitir las importaciones de residuos tóxicos aun después que un tribunal ordenó que la práctica terminara en abril pasado.
Ello no sólo viola las leyes locales sino también la Convención de Basilea sobre el Traslado Internacional de Residuos Peligrosos, en vigor a partir del 1 de enero de 1998. India es signataria de la Convención desde el año pasado.
El tratado prohibe la exportación desde los países ricos a los pobres de varias sustancias perniciosas para la salud humana y el ambiente.
Un representante de India será el vicepresidente de un panel de expertos que concluirá la elaboración de la lista en Ginebra esta semana. Los activistas afirman que la indecisión del gobierno para designarlo demuestra su falta de interés en el tema.
Greenpeace envió muestras de residuos tóxicos en frascos sellados con la etiqueta de "No viertan en Asia" a los principales políticos de Australia. La entidad ambientalista Greenpeace acusa a ese país de ser el principal exportador mundial de residuos tóxicos.
Los investigadores de Greenpeace en Asia citan estadísticas del gobierno australiano que confirman que exportó a India más de 1.450 toneladas de residuos peligrosos como baterías de plomo y cenizas de cinc y cobre.
Greenpeace sostiene que India importó por lo menos 1.127 toneladas de cenizas de cinc, en su mayoría de Estados Unidos, desde mayo de 1996. Alrededor de 569 toneladas de residuos de baterías de plomo ingresaron por el puerto marítimo de Mumbai entre octubre de 1996 y enero de 1997.
La organización sostiene que se importaron alrededor de 40.000 toneladas de baterías de plomo en desuso el año pasado.
"Los traficantes internacionales de residuos siguen enviando impunemente su basura tóxica a India, desafiando las leyes del país", afirma el encargado de la Campaña contra los Tóxicos en Asia de Greenpeace, Von Hernández.
Hernández afirmó que "hay un intento de vaciar de contenido la prohibición de Basilea". El Ministerio de Ambiente y Forestación reclasifica los residuos para permitir su importación a pesar de su contenido tóxico.
Agregó que también se intenta elevar los niveles de toxicidad permitidos por el Tratado de Basilea.
Aunque las baterías ácidas de plomo están incluidas en la lista de prohibiciones de Basilea, el gobierno indio permitió el año pasado la importación libre de placas y terminales de baterías de plomo.
"Pensamos que ello es aún más peligroso", dice Hernández. Los exportadores envían las baterías de plomo a otros países para su desguace antes de enviarlas a India.
Pero el Tratado de Basilea tiene mecanismos para protegerse de las normas locales. La Convención estipula que la legislación nacional sólo prevalecerá si es más rigurosa que las leyes internacionales.
Greenpeace afirmó también que 150 empresas importan residuos tóxicos en India, aunque sólo siete tienen la autorización para hacerlo.
El análisis de muestras de cenizas de cinc australianas en viaje hacia India reveló que tenían "altísimos niveles de cadmio y plomo, por lo menos 13 veces superiores a las normas de Nueva Gales del Sur" referidas a los residuos tóxicos, según Greenpeace.
En su defensa, los importadores de residuos sostienen que la prohibición afectaría el empleo de cientos de miles en la industria recicladora de metales. Casi la mitad de la industria del metal en India obtiene su materia prima del reciclaje en 5.000 fábricas que dan trabajo a medio millón de personas.
Los activistas ambientales sostienen que las importaciones son innecesarias porque la industria local produce gran cantidad de residuos de metal. Asimismo, no todos los residuos importados son reciclados ya que gran parte se vierte en lugares abiertos de recolección de residuos.
Hace dos años, la investigación de Greenpeace de un importador autorizado de residuos peligrosos en India, encontró sustancias con altos niveles de contaminación, abiertamente vertidas en las inmediaciones de la fábrica de reciclaje en la ciudad central de Bhopal.
Análisis realizados en Gran Bretaña de las muestras obtenidas por Greenpeace en la fábrica de Bhopal, que procesa residuos de cinc y plomo adquiridos a Estados Unidos, Australia, Holanda y Alemania, revelaron que su contenido de plomo era 100 veces superior al límite permitido de 0,03 por ciento.
Greenpeace afirma que las autoridades aduaneras y ambientales de India, así como de las naciones exportadoras, rara vez analizan las importaciones de residuos para verificar su toxicidad. (FIN/IPS/tra-en/mu/an/aq-jc/en/97