Los mayores expertos en tigres del mundo finalizaron este viernes en esta capital dos días de debate, sin dejar lugar a dudas de que científicos, gobiernos y políticos deben trabajar juntos si se pretende evitar la extinción del felino.
El simposio "Tigre 2000", organizado por la Sociedad Zoológica de Londres, convocó a 25 científicos y conservacionistas a la mayor reunión científica dedicada a los tigres en más de una década.
Las presentaciones subrayaron que cualquier esfuerzo por salvar al tigre debe adoptar un enfoque multidisciplinario, incluyendo el comercio de supuestas medicinas hechas con partes del animal, el intercambio de investigaciones y la exploración de nuevas y mejores formas de conservación.
La situación de los tigres es "deseperante", aseguró Richard Burge, director general de la Sociedad Zoológica.
No hay dudas de que la situación de los tigres empeoró en los 10 años transcurridos desde la última reuión en Minnesota, Estados Unidos, para intercambiar datos de investigación.
En esa fecha había en el sur de China unos 200 tigres. Hoy sólo son 20, un número tan bajo que las autoridades, en general reticentes a hacer públicos estos temas, admiten que la extinción es inminente, según dijo un conservacionista participante en el simposio.
En la reunión de 1986 se presentó el Proyecto Tigre, de India, como un modelo. Hoy, los especialistas no están tan seguros.
El gobierno de India estima que la población de tigres se ubica entre los 3.000 y 4.750 individuos. No obstante, expertos independientes afirman que el número podría sera ahora 2.500.
Algunos pesimistas predicen que el tigre indio desaparecerá en sólo tres años, a medida que la presión demográfica humana reduce el hábitat de los grandes gatos.
En los últimos 10 años, además, se expandió enormemente el comercio ilegal de partes de tigre, destinadas en el este de Asia a la producción de medicinas tradicionales.
El comercio ilegal de partes de especies en riesgo de extinción como el tigre se sitúa en segundo lugar, en escala y en valor, en relación al tráfico de drogas.
A la vez, sin embargo, los científicos han hecho inmensos progresos en el área de conservación. Este es un hecho a menudo oculto ante la idea popular de que el tigre está condenado a la extinción.
En términos científicos "hemos avanzado mucho desde 1986", dijo Alexandra Dixon, Directora de Conservación de Campo de la Sociedad Zoológica. Dos áreas de la ciencia que han ayudado en particular al cuidado de plantas y animales son la biología molecular y la genética.
Ahora los expertos realizan análisis de viabilidad de poblaciones, los cuales estudian la conducta reproductiva y las tendencias, y fotografían a los animales en la selva con cámaras automáticas.
Los últimos estudios de tendencias demográficas en India arrojaron resultados alarmantes, y los expertos señalan que el país carece de la voluntad política para concretar esfuerzos conservacionistas.
También hay preocupaciones por la creciente presión de la actividad humana en áreas protegidas de bosques. Esta presión hace que los subgrupos de tigres se dividan en grupos aún menores, lo que a su vez lleva a la pérdida de variación genética, ya que las parejas se forman dentro de estas unidades menos numerosas.
Pero no todas las preocupaciones son científicas. El representante del Banco Mundial en el simposio fue criticado por algunos delegados indios, quienes acusaron a la institución de ignorar a organizaciones no gubernamentales de India al elaborar su Proyecto de Ecodesarrollo para ese país.
El proyecto, que tiene un costo de 67 millones de dólares, y es financiado por el Fondo Mundial de Medio Ambiente del Banco Mundial, incluye siete grandes reservas den India, aunque, según las ONG, las comunidades locales no han sido consultadas.
Ashok Kumar, vicepresidente de la Sociedad de Protección de la Vida Silvestre de India, dijo que una de las polémicas propuestas del proyecto es ofrecer dinero a la gente que vive dentro y alrededor de las siete reservas.
La propuesta, criticó Kumar, tendría el efecto exactamente opuesto, con gente trasladándose cerca de las áres protegidas por el dinero.
Mientras, Valmik Thapar, activista indio y vicepresidente en Asia de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, dijo a la consultora en biodiversidad ambiental del Banco Mundial Kathy MacKinnon que ONG indias hicieron 86 intervenciones ante la institución, la cual "nunca dio respuestas satisfactorias o se molestó en contestar".
Las buenas noticias son de países que tienen menos tigres como Rusia e Indonesia. El tigre siberiano parece haber aumentado su población, con 474 registrados en 1996, al igual que los tigres de Sumatra, que son 500 en el parque nacional indonesio de Way Kambas. (FIN/IPS/tra-en/dds/rj/lp/en/97