AFRICA: Grupos humanitarios piden a ONU acciones en Grandes Lagos

La Organización de Naciones Unidas (ONU) debe planear una intervención en la región de los Grandes Lagos de Africa para evitar que se prolongue el sufrimiento y un nuevo baño de sangre, dijeron hoy tres grupos humanitarios en el Consejo de Seguridad.

Las organizaciones británicas Oxfam y CARE y la francesa Médicos sin Fronteras recordaron las necesidades de los refugiados en el este de Zaire, donde los combates entre el ejército y la alianza rebelde se desarrolla muy cerca de donde habitan 160.000 refugiados ruandeses.

La ONU debería colaborar urgentemente en la reubicación de más de 120.000 de esos refugiados, atrapados entre dos fuegos en el poblado zaireño de Tingi Tingi, afirmó Pierre Salignon, coordinador de operaciones de Médicos sin Fronteras, quien visitó hace poco la región.

"Las agencias de ONU son incapaces de proveer de alimento a todos los campos de refugiados", explicó Salignon. En Tingi Tingi, agregó, más de 20 personas, en su mayoría niños menores de cinco años y mujeres, mueren cada día de hambre.

Los combates se desarrollan cada vez más cerca del campo de refugiados, por lo que se prevé una escasez aun más grave de comida, agregó.

"Apenas llega a Tingi Tingi 30 por ciento de la comida que se requiere", afirmó el presidente de Médicos sin Fronteras, Jacques de Milliano, quien recordó que pocos países sufrieron una crisis alimentaria de tal magnitud sin recibir ayuda de la ONU.

La organización sostuvo que muchos de los refugiados desean abandonar el campo, pero ex soldados del antiguo ejército y las milicias de Ruanda, expulsados de su país y llegados a Zaire tras el holocausto de 1994, lo impiden con el fin de utilizarlos como "escudos humanos".

"La crisis no podrá ser resuelta a menos que los refugiados más vulnerables sean separados de los ex soldados y las milicias Interahamwe (extremistas ruandeses) para alejarlos del frente de batalla", dijo De Milliano.

"Si este problema no se resuelve con rapidez, toda la población morirá" excepto los soldados y paramilitares, agregó.

Los grupos humanitarios reclamaron al Consejo de Seguridad de la ONU el establecimiento de "corredores seguros" que permitan el paso de alimentos y atención médica, así como un camino para que los civiles se alejen del campo de batalla, dijo David Bryer, director de Oxfam.

Bryer recordó, sin embargo, que la ONU debió haber intentado antes separar a los refugiados de militares y paramilitares, en especial con anterioridad a los ataques de rebeldes zaireños contra los campos en octubre que forzaron el retorno de muchos ruandeses a su país.

Pero ahora, sostuvo, la tarea más importante es planear una intervención y no continuar abordando el problema de brazos cruzados. De lo contrario, se producirían nuevas crisis en Ruanda, Burundi y Zaire.

"Se requiere coherencia", dijo De Milliano, pues, las acciones del Consejo de Seguridad cesan cuando los países dejan de brindar apoyo político "al retirarse las cámaras de televisión".

"La ONU fracasó sistemáticamente en sus intentos de actuar de forma oportuna y políticamente coherente en esta parte del mundo durante los últimos años", agregó De Milliano.

En abril de 1994, cuando los entonces militares y milicianos extremistas asesinaron a un millón de ruandeses, la ONU envió una misión de paz que regresó cuando un nuevo gobierno restauró la estabilidad.

El Consejo de Seguridad se ha resistido a involucrarse militarmente en Burundi, a pesar de la guerra civil que se produjo tras el golpe de estado en julio pasado.

Una efímera misión de paz comandada por Canadá asistió a los refugiados en noviembre, pero los soldados extranjeros se retiraron apenas los exiliados ruandeses retornaron masivamente a su país.

Estados Unidos, que tiene poder de veto en el Consejo de Seguridad, se resiste a enviar misiones de largo aliento a Africa y se conforma en esta oportunidad con permitir la expansión de la zona controlada por los rebeldes de Zaire.

Pero Francia, otro país con poder de veto, respalda al dictador de Zaire, Mobutu Sese Seko, y sus medidas para la restauración de la unidad territorial del país.

Los grupos humanitarios reclamaron a los países del Consejo de Seguridad que alcancen una posición común, pues, de lo contrario, no habrá una solución a las muchas crisis que sufre la región, dijeron sus voceros.

Bryer recordó que los combates en Burundi, Ruanda y Zaire provocaron en los últimos años, en forma directa o indirecta, cinco veces más muertes de las que sufrió la antigua Yugoslavia en su sangriento proceso de división. (FIN/IPS/tra-en/fah/ip pr/97

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