La línea aérea nacional de Zimbabwe, cada vez más criticada por falta de fiabilidad y mala administración, está a punto de cambiar radicalmente y comprometerse en el más excelente servicio al cliente.
"Un abanico de cosas dirigidas a cuidar mejor del cliente están en camino", declaró el gerente de relaciones públicas de Air Zimbabwe, David Mwenga.
"Nos hemos reunido con las agencias de viaje para exponerles hacia dónde vamos, y además estudiamos un recorte de las tarifas", añadió. "Mejoraremos la formación del personal en el la tarea de atender al cliente".
La compañía hace un esfuerzo especial para captar el lucrativo mercado de los viajes de negocios.
"También haremos promociones para viajeros que paguen tarifa completa, proporcionando a empresarios el alojamiento o el coche que necesitarán en su corta estancia, por ejemplo, en una ciudad como Johannesburgo", dijo Mwenga.
Directivos de la compañía dijeron que la línea aérea no se encuentra entre las empresas estatales que serán privatizadas en el proceso de reformas económicas que está en marcha, pero fuentes informadas confiaron que el gobierno busca formas de vender bien los servicios de la corporación.
Se entiende que los cambios previstos intentan renovar la imagen de la compañía, teñida por la impuntualidad y el mal servicio a los pasajeros.
Los medios de comunicación independientes atribuyen las frecuentes demoras y cancelaciones de vuelos a la asignación de los aviones de la compañía para los numerosos viajes al exterior del presidente Robert Mugabe.
El semanario The Independent informó el mes pasado que Mugabe emprendió "una visita de tres días a Chipre (en una avión de la compañía), dejando sin transporte a los pasajeros que se dirigían a Kenia y a un costo de 100.000 dólares de ingresos no realizados por la empresa".
Los funcionarios del sector turismo -actividad que deja a la economía más de 100 millones de dólares cada año- se quejan de que la falta de confianza que inspira Air Zimbabwe les impide ofrecer el país como un lugar ideal para las vacaciones.
La campaña de renovación y cambio de Air Zimbabwe coincide con un momento en que el público ha condenado a esta línea aérea como uno más entre los casos perdidos de Africa.
El presidente de la compañía, David Zamchiya, puso de relieve uno de los grandes problemas de Air Zimbabwe: los elevadísimos salarios que cobra el alto personal gerencial, a menudo atribuidos a la corrupción generalizada y a las interferencias políticas. (FIN/IPS/tra-en/lm/jm/pm/arl/tr/97
