Las autoridades vietnamitas facilitarán el recurso a métodos científicos "no naturales" para tener hijos, sin que esto preocupe -al menos por el momento- a los servicios responsables de controlar el crecimiento de la población.
Aún no se ha producido el esperado anuncio del nacimiento del primer "niño probeta", pero ello parece ser una cuestión de tiempo.
El primer banco de esperma va a ser inaugurado en los próximos meses, a despecho de los temores de que pueda ser difícil encontrar donantes.
"Crece el número de parejas infértiles, de modo que necesitamos crear un banco de esperma y practicar la fertilización in vitro", declaró Nguyen Thi Ngoc Phuong, directora del Hospital Ginecológico Tu Du, de la ciudad de Ho Chi Minh.
La médica informó que el Ministerio de Salud ya ha aprobado el plan, y que en este momento se redactan las normas que regularán el funcionamiento del banco.
La fertilización in vitro supone la concepción de un embrión fuera del cuerpo humano, para después implantarlo en el útero de la madre.
Miles de niños han nacido ya en todo el mundo por este método, desde el éxito del primer experimento de niño probeta, realizado en 1978.
El Hospital Tu Du documentó más de 9.000 parejas infecundas a lo largo del año 1996, pero no llegan a mil los casos en que se ha logrado una concepción natural mediante inyecciones uterinas.
"La Organización Mundial de la Salud prohíbe el comercio con esperma, de forma tal que sólo las donaciones son legales", dijo Nguyen.
"Ya tenemos preparadas las normas que se aplicarán a las donaciones, las cuales probablemente limitarán el campo de los donantes a hombres entre 18 y 50 años de edad que ya hayan tenido hijos. Por el momento, sin embargo, las donaciones recibidas sólo cubren 15 por ciento de la demanda", añadió.
"La fertilización in vitro no será muy costosa. Se cobrará lo que es usual en los servicios médicos básicos. El principio central de nuestro banco de esperma será el absoluto secreto. No vamos a registrar el nombre de los donantes".
Este servicio podrá ser juzgado como una paradoja en Vietnam, pues en cierta medida contradice la política oficial de control de la natalidad, que promueve la contracepción, el aborto y la esterilización, con incentivos en efectivo a los participantes.
Hasta el momento, la ley no ha prohibido que las parejas infecundas recurran a medios artificiales para lograr la concepción.
Vietnam se empeña en una campaña vigorosa para mantener su población debajo del nivel de 82 millones de personas hacia el año 2000, según informó el profesor Mai Ky, ministro del gobierno y presidente del Comité Estatal de Población y Planificación Familiar.
La población actual del país es de 75 millones de personas, pero el gobierno se ha fijado la meta de reducir el ritmo anual de crecimiento, de la tasa de 2,2 por ciento, a 1,8 por ciento.
Mai Ky informó que en los 30 años de aplicación de la política de planificación familiar se ha logrado rebajar el promedio de hijos por pareja, de la cifra de seis en 1961, a la actual de 3,1.
El Comité Estatal de Población y Planificación Familiar se propone ahora la adquisición de modernos equipos que permiten detectar tempranamente la gestación de fetos anormales o deformes, los cuales según la ley deben ser objeto de aborto.
El ministro señaló que este procedimiento permitirá, en gran medida, garantizar que hacia el año 2000 sólo nazcan hijos sanos y normales en las familias vietnamitas, relevando a la sociedad de la carga de cuidar a niños discapacitados.
La política abortiva tiene su explicación en la gran cantidad de malos partos y fetos deformes que se producen en el norte del país, entre la población afectada por los herbicidas tóxicos arrojados por las fuerzas estadounidenses durante la guerra de Vietnam.
Las autoridades recuerdan que el tratamiento es caro y que los servicios de salud sostienen que las familias rurales no están en condiciones de criar niños que requieran cuidados especiales.
Mai Ky advirtió que la población de Vietnam podría dispararse por encima de los 150 millones de personas hacia el año 2050 si no se controlara efectivamente la tasa de natalidad, socavando los resultados económicos logrados hasta ahora. (FIN/IPS/tra-en/sb/ral/arl/pr-he/97
