La aerolínea bandera de Venezuela, Viasa, inició hoy un vuelo por instrumentos y sin piloto, con el riesgo de chocar contra la quiebra, cuando su propietaria, la española Iberia, retiró un plan de salvamento sin brindar alternativas.
En una asamblea extraordinaria, destinada a tomar decisiones para decidir el futuro de Viasa, la compañía española retiró su criticado plan y dio por cerrada la negociación con el gobierno y los trabajadores sobre el tema.
Trascendió que pese a que públicamente Iberia "tiró la toalla", se convinó en realizar un encuentro informal entre los accionistas y los trabajadores el día 23, y que la intención es evitar el cierre de Viasa, privatizada en 1991.
Pero no hay luz alguna sobre cómo hacerlo y el director financiero de Iberia, Javier Alvarez, subrayó en rueda de prensa y en un comunicado que la empresa española ya invirtió 151 millones de dólares en Viasa y no pondrá un dólar más.
Alvárez insistió en que el plan, basado en la reducción de rutas y de empleados, era la única vía para atender inmediatas obligaciones financieras de la compañía, que tiene una deuda acumulada de 147 millones de dólares.
El representante de los pilotos de Viasa en la Junta Directiva de la empresa, William Bracho, mostró en un informe que la deuda acumulada es equivalente al exhorbitante costo pagado por la subsidiaria a Iberia por servicios y arriendo de equipos a los que se la forzó para un supuesto ahorro de costos.
La empresa española, duramente criticada por el manejo de Viasa, dejó formalmente a la junta directiva de la compañía venezolana la adopción de medidas para enfrentar una situación inviable, sin inyección de capital.
El ministro-presidente del Fondo de Inversiones, Alberto Poletto, no asistió a la asamblea, después de reunirse las horas previas con los representantes de Iberia, en que criticó el manejo financiero de Viasa y una gestión sin transparencia.
El despacho ministerial emitió un comunicado en que plantea su disposición de seguir dialogando con Iberia, a fin de encontrar un plan estructural que garantice las operaciones de Viasa.
El Fondo posee 40 por ciento de las acciones de Viasa y se ha negado a inyectar capital en la compañía como no sea para asegurar su despegue firme con un plan de viabilidad.
Iberia también afirmó que no puede aportar más recursos, porque el programa impuesto por la Unión Europea para auxiliarla en su propia gran crisis financiera le prohibe hacer aportes de capital en sus filiales en Argentina y Venezuela.
El plan retirado este miércoles estimaba eliminar seis destinos, reducir en tres la flota de aviones, despedir a 379 de los 2.266 trabajadores, entre ellos 280 pilotos, y eliminar la contratación colectiva. (FIN/IPS/eg/dg/if/97
