VENEZUELA: Ministro busca en Madrid salida política para VIASA

El ministro de Inversiones de Venezuela, Alberto Poletto, viajará el domingo a Madrid para intentar un acuerdo político que salve a la aerolínea VIASA, controlada por la empresa española Iberia y que cerró sus operaciones el jueves.

El ministro del Trabajo, Juan Garrido, dijo que está seguro que "VIASA no quebrará, porque el sentir del gobierno es contrario a su desaparición", pero no explicó cómo puede rescatarse la empresa, con cerca de 180 millones de dólares de pérdidas acumuladas.

En tanto, más de mil pasajeros en Venezuela y otros tantos en países latinoamericanos y europeos quedaron afectados por la intempestiva suspensión de los vuelos, que comenzó a ejecutarse en la tarde del jueves, como medida preventiva hasta una asamblea de la empresa, la próxima semana o la siguiente.

Sólo la tarde de este viernes, Venezolana Internacional de Aviación (VIASA), semiprivatizada en 1991, llegó a un acuerdo con la propia Iberia, la estadounidense American Airlines y Aeroperú, para aceptar quienes tengan boletos de la compañía emitidos.

Pero el acuerdo comenzará a operar desde el lunes y entre tanto el aeropuerto que nutre a Caracas y las oficinas de VIASA en la capital estaban llenos de viajeros sin atención, cuyos boletos no eran aceptados por otras compañías aéreas. La misma situación acontecía en los puntos de destino de VIASA.

Poletto intentará dialogar con el jefe del gobierno español, José María Aznar, para sensibilizarlo sobre la necesidad de reflotar la aerolínea de bandera del país, cuyo ejercicio de 1996 concluyó con perdidas por 30 millones de dólares.

"El objetivo es buscar alternativas, en pro de un buen desenlace de la situación mediante una solución creativa", indicó este viernes un comunicado del Fondo de Inversiones de Venezuela (FIV), que preside Poletto, donde no se detalló si el encuentro con Aznar estaba asegurado.

El gobierno español ya indicó públicamente a través de diferentes portavoces que el problema de Iberia con su filial VIASA es netamente comercial y tiene que ser resuelto según las reglas mercantiles, así sea estatal la empresa hispana.

El FIV retuvo 40 por ciento de las acciones de VIASA en un acto que inicialmente iba a ser temporal, cuando se traspasó el control y la gestión de la empresa a Iberia, en lo que representó el inicio del proceso de privatización en Venezuela.

La mala gestión de Iberia, el desinterés del FIV en la marcha de la empresa, las continuas fricciones entre los sindicatos y los directivos y el excedente de personal y su alta carga laboral incidieron en la tormentosa vida de VIASA tras privatizarse.

Tribunales venezolanos investigan en la actualidad denuncias sobre irregularidades de Iberia realizadas por los gremios de VIASA, que incluyen aspectos como sobrefacturaciones por servicios, cobros de vuelos realizados por la compañía venezolana y otras presuntas acciones de "expoliación manifiesta".

La acción jurídica aumenta el recelo mutuo entre Iberia y el gobierno y la población venezolana, que demanda mayoritariamente que se rescate a VIASA del control hispano y se busque otro socio que la mantenga activa.

Otro ingrediente que incrementó la tensión por la crisis de VIASA fue la retención de dos ejecutivos de Iberia, el miércoles, cuando se disponían a abordar un vuelo a Madrid, en una orden sin asidero legal alguno y ejecutada por la policía política.

Este viernes se aseguró que todos los ejecutivos de Iberia que tenían cargos en VIASA salieron ya del país y que al frente de la compañía quedó sólo el presidente, José Campins.

Iberia separó esta semana todas sus operaciones y oficinas de los edificios e instalaciones de VIASA, que la empresa hispana explica como una prevención ante reacciones violentas si llega a concretarse la quiebra.

El FIV decidió suspender todos los pagos eventualmente pendientes y solicitó la custodia y preservación de todos los bienes de VIASA, hasta que se realice la decisiva asamblea de accionistas, que tiene como fecha legal el 8 de febrero pero se intentará realizar el día 31, según dijo Campins.

VIASA tiene 2.400 trabajadores, realizaba 85 vuelos semanales, en los que transportaba unos 17.500 pasajeros.

Iberia retiró el día 15 un plan para sanear VIASA, basado en reducción de rutas y de personal y rescisión del contrato colectivo, después que fue rechazado por los sindicatos de la empresa venezolana y el FIV.

Poletto ha insistido en que el FIV no pondrá un dólar más en VIASA, a la que no realiza aportes para enjugar sus pérdidas desde 1994, sin un plan que asegure su futuro a largo plazo y no sólo que demore su coma, como a su juicio era el plan de Iberia.

Iberia, por su parte, sostiene que sus compromisos con la Unión Europea para su propio plan de reflotación, le impiden colocar dinero fresco y que lo que puede hacer es capitalizar parte de los más de 150 millones de dólares de lo prestado a VIASA. (FIN/IPS/eg/dg/if/97

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