La huelga de 27.000 médicos del sector público en Venezuela, que incluye la desatención de emergencias y terapia intensiva, sumó la diatriba política como ingrediente, lo que dificulta la salida del conflicto iniciado 16 días atrás.
Este viernes se mantenía el caos asistencial en los hospitales de Caracas y los más poblados estados del país, con los pocos médicos presentes en los hospitales desbordados por las emergencias y los partos, mientras las terapias intensivas eran atendidas en su mayoría por auxiliares.
Una asamblea de médicos en Caracas destituyó la noche del jueves al presidente de la Federación Médica de Venezuela, Fernando Bianco, porque éste decidió el día 31 una "tregua humanitaria", consistente en el retorno a atender emergencias.
La "hora cero" para el retiro total de los médicos de sus puestos comenzó el día 27, después de una semana de parálisis de todos los servicios menos emergencias, pediatría, maternidad y terapía intensiva.
Los colegios médicos de la capital y ocho estados de los 22 del país están en manos del partido Acccíon Democrática (AD), que perdió por vez primera en 25 años el control del gremio y espera volver a conquistarlo con una acción inflexible en la huelga.
Las demás fuerzas políticas, tanto del gobierno como de la oposición, criticaron acidamente que AD esté "jugando con la vida de los venezolanos por cálculos de poder", como sintetizó un portavoz del izquierdista partido Causa Radical.
Bianco, un sexólogo independiente que fue candidato presidencial en los comicios de 1993, declaró írrita la asamblea y reafirmó que tenía toda la postestad para suspender la irritante suspensión de la atención de las emergencias.
Los 27.000 médicos que operan 226 hospitales en todo el país decidieron ir a la huelga total y retirarse de los centros asistenciales, en demanda de un salario promedio de mil dólares, cuando actualmente oscilan entre 144 y 248 dólares.
Hasta ahora, la Fiscalía General ha contabilizado al menos una decena de muertes provocadas por falta de atención y comenzó el procesamiento de expedientes para enjuiciar por "homicidio culposo" a los médicos responsables e "instigación a delinquir" a directivos gremiales.
Bianco aseguró este viernes que en las estancadas negociaciones con el gobierno había logrado, una hora antes de ser destituido, un ingreso máximo equivalente a 851 dólares mensuales, que el propio sector rebelde consideró favorable.
Pero el ministro de Planificación, el socialista Teodoro Petkoff, precisó tras una nueva reunión de emergencia del Consejo de Ministros, que la última oferta había sido un ingreso global de 671 ólares, incluyendo salario y bonos.
Petkoff insistió en la politización de la huelga, como un "ingrediente pernicioso" que ha conducido al gremio médico a una medida como el abandono de las emergencias que "no puede ser asumida en nombre de nada".
El ministro, como los representantes de la Iglesia Católica, sindicatos y fuerzas políticas ajenas a AD coinciden en que la huelga es un derecho y las demandas salariales del gremio médico son justas, "pero quedó deslegitimada por su inhumanidad".
El gobierno se ha visto completamente desbordado por la huelga y se mantiene estudiando el decreto de un estado de emergencia nacional, sin suspensión de garantias constitucionales, para enfrentar la crisis, pero sin decidirse a adoptar la medida.
El día 28 respondió a la extensión a las emergencias del paro con un decreto presidencial de "reanudación de faena", que fuerza a quienes presten servicios públicos a volver de inmediato a sus labores, bajo pena de pérdida de empleo.
Pero los huelguistas desatendieron la medida, sin que el gobierno tuviera respuesta a esta rebeldía ilegal, y ahora amenaza con no pagar los salarios caídos, lo que no causa mella en un gremio con sus sueldos congelados desde 1994, mientras hubo una inflación acumulada de casi 200 por ciento.
El ministro de Sanidad, Pedro Rincón, dijo este viernes que el objetivo inmediato del gobierno es "ganar la batalla de la opinión pública", como si esperase que de la presión popular pudiera llegar la solución al caos hospitalario.
En tanto, algunos de los directivos del sector rebelde a Bianco y militantes de AD llegaron este viernes a descalificar a Petkoff porque "el sí que tiene antecedentes criminales", en alusión a su pasado de dirigente guerrillero, durante la lucha armada de principios de los años 60 en Venezuela.
Dianela Parra, presidenta del colegio médico del noroccidental estado de Zulia y senadora suplente por AD, subrayó este viernes otro de los elementos claves para el acatamiento de amplios sectores de los médicos a la huelga total.
Por ley, son los colegios los que expiden algunos certificados que son un requísito indispensable para poder ejercer la medicina en el país, y Parra y directivos de los colegios del área metropolitana han subrayado que quien desacate la huelga total, no conseguirá la renovación de esos documentos.
Esos mismos directivos aseguran que ningún proceso en su contra podrá prosperar, porque sólo pueden ser acusados de negligencia si mientras están en su puesto un paciente se muere por mala atención. "Al no estar en el trabajo no hay caso", dijo el designado nuevo presidente, Jesús Figueroa. (FIN/IPS/eg/dg/ip-he-lb/96