SUDAN: Gobierno y oposición armada inician ofensiva diplomática

La guerra civil de Sudán, que en las últimas semanas recrudeció y se extendió a la región oriental del país, tiene su prolongación en la ofensiva diplomática lanzada tanto por el gobierno como por la oposición armada, que han enviado representantes a las capitales de medio oriente.

El vicepresidente sudanés, general Al-Zubeir Mohamed Saleh, arribó el domingo a Djeddah, capital administrativa de Arabia Saudita, para mantener conversaciones con miembros del gobierno después de haber visitado El Cairo la semana pasada.

Jartum ha enviado, además, delegaciones ministeriales a Yemen, Qatar, Iraq, Libia, Omán, Emiratos Arabes Unidos, Siria y Líbano.

Los enviados sudaneses buscan apoyo para su lucha contra la rebelde Alianza Democrática Nacional (NDA), más sus dos vecinos de la frontera oriental, Etiopía y Eritrea.

Sudán afirma que esos países están comprometidos en la nueva ofensiva bélica comenzada por la NDA en diciembre, la cual alcanzó un punto alto la semana pasada, cuando el conglomerado opositor capturó cinco localidades en Sudán oriental.

Saleh visitó El Cairo el 16 de este mes, donde junto con otros miembros de su gobierno se entrevistó con el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, y otros gobernantes egipcios, y con altos cargos de la Liga Arabe, organización de 22 países árabes con sede en esa capital.

El Cairo fue también la primera parada del ex primer ministro sudanés Sadiq al-Mahdi, a quien la NDA envió la semana pasada en una gira de tres meses por capitales extranjeras a fin de contrarrestar la ofensiva diplomática de Jartum.

Algunos comentarios de la prensa sudanesa expresaron que la visita de Saleh a Djeddah carece de sentido, ya que las relaciones entre los dos países están congeladas desde la Guerra del Golfo (1990-91), en la que Jartum respaldó a Iraq mientras que los sauditas se mantuvieron aliados a Estados Unidos.

Los representantes de Jartum no lograron el apoyo de Mubarak, a pesar incluso de advertencias como las que pronunció el delegado sudanés en la Liga Arabe, Ahmed al-Kordofani, quien dijo que "la invasión extranjera pone en peligro la seguridad árabe y de los vecinos de Sudán, especialmente Egipto".

De hecho Mubarak desechó en público el día 18, sólo dos días después de recibir a Saleh, la afirmación sudanesa de que el país ha sido invadido.

"Lo que está ocurriendo en Sudán son problemas internos de ese país", fue la cita de Mubarak difundida por la agencia estatal egipcia de noticias MENA, al informar de las palabras pronunciadas por el Presidente en la inauguración de una feria internacional del libro en El Cairo.

"Etiopía y Eritrea no están involucrados en el ataque, como sostiene Sudán", dijo el jefe de Estado egipcio.

Las autoridades egipcias fueron aun más lejos y reiteraron su exigencia de que Jartum entregue a los tres hombres sospechosos de intentar el asesinato de Mubarak en Addis Ababa en junio de 1995, a quienes Sudán está dando protección, según El Cairo.

Al tiempo que Egipto ha dado la espalda a Jartum y no cabe esperar que Arabia Saudita dé un abierto apoyo a un país puesto por Estados Unidos en la lista de los que sostienen el terrorismo internacional, Sudán parece haber recibido promesas de ayuda de algunos gobiernos de medio oriente.

Los medios oficiales de comunicación anunciaron este domingo en Jartum que el emir de Qatar, Shiekh Hamed Bin Jalifa Al Thani, ha prometido respaldar a Jartum contra "la agresión extranjera" y ha creado una comisión para recabar el apoyo árabe a Sudán.

Según la Agencia de Noticias de Sudán (SUNA), también Iraq se ha manifestado en solidaridad con Jartum.

"Desearía exhortar al gobierno de Etiopía a retirarse del territorio sudanés", fue la cita que SUNA puso en boca del embajador iraquí en Jartum, Abdel Samad Hammed. La agencia estatal añadió que Hammed exhortó a los países árabes e islámicos a unirse a Sudán contra la "agresión" que enfrenta.

La NDA, por su parte, espera neutralizar el esfuerzo diplomático sudanés. El propio Al Mahdi -quien era primer ministro cuando el actual presidente, general Omar Hassan al-Bashir, encabezó un golpe de Estado en 1989- se entrevistó con Mubarak y continuó después su peregrinaje por Arabia Saudita.

Se esperra que Al Mahdi visite esta semana Kuwait, Omán, Emiratos Arabes Unidos y Libia, para convencer a los gobiernos de que la guerra en Sudán es un asunto estrictamente interno.

Dentro de Sudán, la NDA espera que los sudaneses acompañen los ataques armados en el frente oriental con un alzamiento masivo en Jartum y otras ciudades, provocando así la caída del gobierno que encabeza Al-Bashir.

El próximo paso, según la coalición rebelde, sería atender a la exigencia de autodeterminación de la región sur del país, que constituye la principal demanda del Ejército Popular de Liberación de Sudán (SPLA), columna vertebral de la NDA, que además está formada por seis grupos políticos exiliados. (FIN/IPS/tra-en/mn/nb/kb/arl/ip/97

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