SRI LANKA: Guerra olvidada agudiza el desafío humanitario

Sri Lanka, llamada la perla del Océano Indico por su belleza natural, es ahora un lugar de desolación y muerte para centenares de miles de personas víctimas de una guerra interétnica que divide el país desde hace 14 años.

Nuevos combates en el norte de la isla entre tropas gubernamentales y los separatistas Tigres de Tamil dieron por tierra una vez más con los planes de la presidenta Chandrika Kamaratunga de lograr la paz en los primeros meses de 1997.

Los rebeldes Tamil asaltaron una base del ejército la semana pasada matando a 161 soldados gubernamentales y repitieron el ataque el domingo último.

Según cifras gubernamentales, más de 50.000 personas perecieron por la guerra, si bien el movimiento conocido como Tigres de Liberación Tamil Elaan (LTTE) afirma que los muertos ascienden al doble y en su mayor parte pertenecen a su etnia.

Los Tamil, que representan 18 por ciento de la población de Sri Lanka, de 18 millones, pretenden crear una patria independiente en el norte de la isla (Elaan). El grupo étnico dominante con 74 por ciento de la población son los singaleses, que no solo integran el gobierno sino tambien controlan el ejército.

El recrudecimiento de la lucha tambien agigantó los problemas referidos a la ayuda humanitaria. Aunque la Comisión Europea acaba de otorgar 500.000 ecus (1,23 dólares por unidad) para el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y 675.000 ecus para German Agro Action, una organización no gubernamental alemana, aún estudia un plan viable.

"Todavía no hay fondos para 1997 porque la situación es tan cambiante que imposibilita la concreción de nuevos proyectos", admitió Werner Scholz, responsable para Sri Lanka de la Oficina Humanitaria de la Comunidad Europea (ECHO).

"Teníamos un plan de ayuda médica que debió suspenderse por las trabas impuestas por autoridades militares locales en el distrito de Vavuniya. Como se sabe, hay unas cuantas guerras olvidadas en el mundo, pero esta es la peor, porque no ofrece una solución que permita dar alivio continuado a la población".

Desde 1993, la Comisión, órgano ejecutivo de la Unión Europea, concedió 3,5 millones de ecus que fueron administrados por ECHO para financiar la ayuda humanitaria, a través del CICR y otras agencias humanitarias como Médicos Sin Fronteras y CARE, entre otras, que actúan en Sri Lanka desde 1989.

El CICR, a pesar de todo, ha seguido jugando un papel de intermediario neutral entre las partes en conflicto. "Nuestro principal objetivo es seguir brindando ayuda a la población", dijo telefónicamente desde Ginebra a IPS Pieralla Cedric, responsable del CICR para Sri Lanka.

Entre enero y septiembre de 1996, el CICR descubrió el paradero de 361 personas desaparecidas, entregó 15.000 mensajes de la Cruz Roja, logró contacto con 2.493 presos en 218 lugares de detención y asistió a ocho clínicas móviles, así como 11 centros primarios de salud en áreas conflictivas.

También transportó 2.515 toneladas de harina y suministros médicos en un buque fletado especialmente desdo Colombo al norte de la isla, y distribuyó material de primera necesidad como jabón, mantas, sábanas, telas de plástico, cacerolas y sartenes a personas desplazadas desde la septentrional península de Jaffna.

"A muchos heridos y enfermos graves que necesitaban tratamiento de urgencia los transportamos en barco desde Punta Pedro (en el extremo norte de la isla) hasta Trincomalee" (en el noreste), apuntó Cedric.

Desde octubre de 1995, que el gobierno lanzó una gran ofensiva contra la península de Jaffna en poder del LTTE desde hacía 12 años, los Tamil abandonaron su táctica de guerrillas y lucharon frontalmente contra el ejército gubernamental. Ambos bandos sufrieron sensibles bajas y hubo 400.000 desplazados.

En abril de 1996, la península cayó en manos de las tropas de Colombo, y los Tigres Tamil se vieron obligados a mudar su cuartel general a la región de Vanni. Cientos de miles de desplazados retornaron a sus lugares de origen en la región.

"Ahora contamos con una subdelegación en Jaffna y hasta hemos logrado que muchos jóvenes rindieran sus exámenes para seguir estudiando", comentó Cedric.

Martin Guillod, de Médicos sin Fronteras-Francia, que actúa en seis áreas de la isla, señaló que el gobierno sigue decidido a desgastar militarmente a los LTTE para obligarlos a volver a la mesa de negociaciones, y ofrece considerable autonomía como alternativa al estado independiente por el cual luchan los Tigres Tamil.

El gobierno ha propuesto un plan de paz y ha sugerido convertir a Sri Lanka en una unión de regiones que constituyan un estado federal. El plan ahora está siendo discutido por una comisión parlamentaria especial.

Sin embargo, los ataques de la semana pasada probaron otra vez que cualquier plan de paz será ineficaz a menos que sea avalado por los Tigres, que mantienen su poder militar a pesar de las desmentidas oficiales, señaló un portavoz de CARE-Londres.

Werner Scholz, de ECHO, expresó que "la cambiante situación y las dificultades sobre el terreno no nos impedirán seguir prestando ayuda, la cuestión es cómo hacerlo de la manera más eficaz. Dependemos de los donantes que, a veces, no se dan cuenta que la guerra olvidada en Sri Lanka es una triste realidad". (FIN/IPS/ego/ff/ip dv/97)

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