SALUD: La virulencia del Ebola cobra nuevas víctimas en Gabón

enfermedades más malignas que se conocen, aumentó a 43, comunicó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Un informe distribuido esta semana en Brazzaville por la oficina regional africana de la OMS, había circunscripto a 39 la cantidad de personas muertas en ese país hasta el 30 de diciembre pasado.

La nueva evaluación de la OMS precisó que la mayoría de los casos de la letal enfermedad y de las defunciones se verificaron en la zona de Booué, 470 kilómetros al este de Libreville. Sin embargo, en la capital gabonesa también se registraron algunos casos.

Todos los enfermos identificados en Libreville pertenecen a la misma familia y contrajeron la enfermedad durante el entierro de un familiar cercano, víctima de la fiebre de Ebola, en una aldea vecina a Booué.

El último fallecimiento se produjo el 8 de enero en un hospital de Libreville. Los equipos sanitarios mantienen bajo control a las personas que tuvieron contacto con el fallecido.

La OMS confirmó que las autoridades de Gabón han adoptado todas las precauciones para evitar la propagación del virus y excluyó la adopción de restricciones a los viajeros con destino o proveniencia de ese país africano o de otros donde el Ebola es endémico.

Hasta el 8 de enero, un total de 167 personas que pudieron tener un contacto posible con pacientes de Ebola se encuentran bajo vigilancia cotidiana en Libreville y en Booué.

La OMS envió vestimentas especiales de protección para que usen los profesionales dedicados a la atención de los pacientes de Ebola. Por su parte, Médecins sans frontieres entregó un equipo clínico y materiales sanitarios adicionales.

Desde julio de 1996 se han registrado 58 casos, incluidos los 43 con desenlace fatal, uno hospitalizado en Booué y 14 que dejaron el hospital después de recuperarse. En la actualidad no hay ningún caso conocido en Libreville.

El único caso de transmisión secundaria en Libreville correspondió a un médico contagiado por un enfermo del brote de Booué. Después de la aparición de los primeros síntomas, el médico se trasladó el 27 de octubre a Sudáfrica para seguir el tratamiento.

Una enfermera sudafricana contagiada a su vez, falleció el 24 de noviembre en Johannesburgo. Por su parte, el médico pudo regresar sano a Gabón.

El brote actual comenzó el 13 de julio de 1996, cuando murió un cazador de 39 años en una explotación forestal cercana a Booué, en la pronvincia de Ogooué-Ivindo, a 470 kilómetros de Libreville.

El segundo caso fatal fue de un amigo del cazador y el tercero y el cuarto correspondieron a un curandero y a su asistente.

El brote fue considerado bajo control el 13 de noviembre de 1996, cuando se habían registrado 24 casos, de los cuales 17 fueron fatales, y con un solo contacto bajo vigilancia hasta esa fecha.

El 26 de noviembre falleció en la aldea de Djidjii, cerca de Booué, una persona que estuvo en contacto con enfermos y que no había sido identificada durante las operaciones de control.

Un hermano y su familia viajaron de Libreville a Djidjii para el sepelio, con sus tres hijos y también con los hijos del fallecido.

El grupo familiar fue sometido a seguimiento sanitario, pero tres de los niños y una mujer de la misma familia presentaron síntomas de Ebola y murieron.

La fiebre hemorrágica de Ebola se caracteriza por fiebre repentina, dolores abdominales, diarrea, debilidad, conjuntivitis, vómitos y dolor de cabeza, lo que hace pensar que se trata de una gastroenteritis seria.

A menudo presenta otros síntomas relacionados con enfermedades graves, como dolor de garganta, hemorragias y signos de insuficiencias renal y hepática. La incubación dura entre dos y 21 días.

No existe ningún tratamiento ni vacuna contra esta enfermedad que es considerada una de las más malignas que se conocen.

La fiebre del virus de Ebola es mortal en una proporción de 50 a 90 por ciento de los casos. Durante el actual brote en Gabón han muerto 77 por ciento de los enfermos.

La transmisión del virus se realiza por contacto directo con el material infectado, en especial con líquidos orgánicos del enfermo como sangre, vómitos, excrementos, orina y otras secreciones.

La OMS indicó que se trata de una enfermedad que presenta un riesgo elevado de contagio y que numerosos profesionales de la salud, sin protección suficiente, han contraido la enfermedad mientras prestaban atención a pacientes.

La mejor forma de interrumpir la cadena de transmisión persona a persona consiste en respetar las reglas estrictas en materia de higiene y de seguridad, advirtió la OMS. (FIN/IPS/pc/ag/he/97

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe